miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cirrosis


La cirrosis es la consecuencia final de muchas enfermedades hepáticas crónicas que lleva a la pérdida de la arquitectura normal del hígado y una disminución progresiva de sus funciones. Cualquier enfermedad que produzca una inflamación crónica del hígado puede, en el curso de años, llegar a producir cirrosis.

Como consecuencia de la cirrosis, las células del hígado mueren y son reemplazadas por tejido deteriorado, en lugar de nuevas células. Las células del hígado continúan muriendo, hasta no quedar suficientes células para efectuar el trabajo. La cirrosis comienza despacio. Pueden pasar años, antes que usted se entere de la existencia de la cirrosis, en su hígado. El daño en el hígado es irreparable, pero los síntomas pueden ser disminuidos y controlados.


Causas
Hay muchas causas de cirrosis. Las principales en nuestro medio son dos: El consumo excesivo de alcohol (cirrosis etílica o alcohólica) y la hepatitis crónica por virus C (cirrosis por virus C), que son responsables del 80 por ciento de los casos de cirrosis en España. Además, se puede producir cirrosis por hepatitis crónica por virus B, por infección crónica mixta por virus B y virus D, por enfermedades, denominadas colestásicas crónicas (que afectan a la producción o a la salida de la bilis del hígado, tales como la cirrosis biliar primaria o la colangitis esclerosante) y por enfermedades metabólicas congénitas del hígado que se manifiestan en la vida adulta, como la hemocromatosis primaria (sobrecarga hepática de hierro -bastante frecuente-), la enfermedad de Wilson (sobrecarga hepática de cobre -muy rara-) y el déficit de alfa-1-antitripsina (también bastante rara). Otras causas poco comunes de cirrosis son la hepatitis autoinmune, en la que se produce una agresión al hígado por parte de nuestro propio sistema defensivo, y la toxicidad hepática por algunos fármacos. Existen otras causas mucho más raras y algunas específicas de la infancia que producen cirrosis precoz en niños o adolescentes. Todas las enfermedades citadas necesitan años de evolución para llegar a producir cirrosis. Además, en muchos casos, el consumo excesivo de alcohol o la hepatitis crónica por virus C no llegan a producir cirrosis y el paciente fallece por un motivo independiente de la enfermedad hepática.


Signos y Síntomas
Las señales y los síntomas de la cirrosis se dividen en dos etapas:
Cirrosis incipiente:
  • Cansancio y debilidad.
  • Pérdida del apetito (no querer comer).
  • Náuseas.
  • Pérdida de peso.
  • El hígado comienza a crecer.
  • Las palmas de las manos se vuelven rojas.
Cirrosis terminal:
  • Ojos y piel amarillos. Esto es llamado, ictericia.
  • Orina de color amarillo oscuro o marrón.
  • Diarrea o deposiciones negras o con sangre.
  • Venas de araña. Esto es, cuando los pequeños vasos sanguíneos inmediatamente debajo de su piel, tienen el aspecto de una telaraña.
  • Sangrar y amoratarse con facilidad.
  • Piernas y pies hinchados. Esto es llamado, edema.
  • Confusión y falta de claridad en el pensamiento.
  • Estado de coma.
  • Muerte.
Tratamiento
La cirrosis como tal carece de tratamiento médico específico dado que es irreversible. Se pueden tratar algunas de las enfermedades que la producen y evitar o retardar la evolución de una cirrosis en estadio inicial a las fases avanzadas. Tienen tratamiento preventivo o paliativo algunas de las complicaciones de la cirrosis tales como las hemorragias digestivas, la retención de líquidos y la encefalopatía hepática, que siempre deben ser indicados por un médico. Se emplean tratamientos dietéticos y farmacológicos. Entre los dietéticos está la reducción de la sal para prevenir la retención de líquidos y la de proteínas (carnes, pescados) para la encefalopatía hepática. Como es necesaria una buena nutrición y, hasta que hay riesgo de encefalopatía, la restricción de proteínas no es necesaria, la dieta debe ser siempre supervisada por el médico. A veces se necesitan suplementos de vitaminas y minerales. Entre los fármacos se usan fundamentalmente los diuréticos para tratar la retención de líquidos y los llamados beta-bloqueantes para prevenir las hemorragias digestivas. Pueden ser necesarios otros muchos fármacos para tratar las complicaciones pero la mayor parte de ellos se usan fundamentalmente en el ámbito hospitalario.Finalmente hay que conocer que el tratamiento definitivo de la cirrosis es el trasplante hepático. Se realiza en los pacientes en que se estima una supervivencia menor de dos años, a consecuencia de la cirrosis, y en los que no existe contraindicación para realizarlo por otros motivos. Es muy importante que todo paciente con cirrosis sea visitado por su médico al menos 2 veces al año y siempre que presente alguna complicación. Esto permite al médico estimar más fiablemente el momento en el que el paciente debe ser considerado candidato a trasplante y proceder a su estudio como tal. Esperar a que el paciente esté en muy mala situación por cirrosis muy avanzada aumenta mucho las posibilidades de que el fallecimiento se produzca antes de que de tiempo a realizar el trasplante.

Llamando al Médico
  • Mediante revisión médica y ecografías (evidencian el aumento de tamaño del hígado), centellograma hepático y biopsias del tejido El análisis de sangre revela anemia, alteraciones en la coagulación, aumento de las enzimas hepáticas, alta concentración de bilirrubina y baja concentración de albúmina.

Prevención
Las cosas más importantes que puede hacer una persona para prevenir la cirrosis son: no consumir alcohol en exceso y hacer una consulta inicial para valorar clínica y analíticamente si existe una enfermedad hepática crónica silente que pueda llegar a producir cirrosis. Si un paciente sabe que tiene alguna enfermedad hepática debe consultar periódicamente con su médico por si es una enfermedad tratable, cuya progresión se pueda evitar (enfermedad alcohólica o hepatitis B o C, por ejemplo).

lunes, 27 de septiembre de 2010

Vitíligo

¿Que es el vitíligo?

El vitíligo es una enfermedad de la piel que causa manchas blancas en distintas partes del cuerpo. Esta enfermedad ocurre cuando se destruyen los melanocitos, que son las células que producen el color o pigmento de la piel. El vitíligo también puede afectar los ojos y la mucosa que se encuentra dentro de la boca y de la nariz.

¿Cuál es la causa del vitíligo?

No se sabe cuál es la causa de esta enfermedad; sin embargo existe bastante evidencia de que las personas con vitíligo heredan tres genes que aumentan la posibilidad de perder el color o pigmento de la piel. Existen varias teorías que explican cómo se pierde el color o pigmento. La teoría de mayor aceptación sostiene que el vitíligo podría ser una enfermedad autoinmunitaria. Este tipo de enfermedad ocurre cuando el sistema inmunitario se equivoca y ataca las partes sanas del cuerpo. Con el vitíligo, el sistema inmunitario puede destruir los melanocitos de la piel.
Algunos investigadores incluso piensan que los melanocitos se destruyen a sí mismos. Otra teoría apunta a que un acontecimiento determinado, tal como una quemadura de sol o el estrés emocional, puede causar el vitíligo. Sin embargo, aún no se ha comprobado que estos acontecimientos causen la enfermedad

¿Quién tiene vitíligo?

En los Estados Unidos, entre uno y dos millones de personas tienen esta enfermedad. La mayoría de las personas con vitíligo lo desarrollan antes de cumplir los 40 años. Esta enfermedad afecta por igual a hombres y mujeres de todas las razas.
Las personas con ciertas enfermedades autoinmunitarias (tales como las enfermedades de la glándula tiroides) están más propensas a padecer de vitíligo. Por el contrario, las personas sin enfermedades autoinmunitarias tienen un riesgo menor de tener vitíligo. Los científicos no saben por qué el vitíligo está relacionado con las enfermedades autoinmunitarias. Sin embargo, es importante aclarar que la mayoría de las personas con vitíligo no tienen ninguna otra enfermedad autoinmunitaria.
El vitíligo también puede surgir entre miembros de la misma familia. Los niños cuyos padres padecen de esta enfermedad podrían desarrollar vitíligo. No obstante, esta probabilidad no es muy alta y la mayoría de los niños no tendrán vitíligo aún cuando uno de sus padres lo tenga.

¿Cuáles son los síntomas del vitíligo?

Las manchas blancas en la piel son el síntoma principal del vitíligo. Estas manchas son más comunes en las áreas de la piel que están expuestas al sol. Las manchas pueden aparecer en las manos, los pies, los brazos, la cara y los labios. Otras áreas comunes para las manchas blancas son:
  • los sobacos (axilas) y donde la pierna se encuentra con el resto del cuerpo (la ingle)
  • alrededor de la boca
  • los ojos
  • los rotos de la nariz (fosas nasales)
  • el ombligo
  • los genitales
  • las áreas rectales.
A menudo, las personas con vitíligo tienen canas prematuras. También aquellas personas de piel oscura podrían notar que han perdido color dentro de la boca.

¿Podrían propagarse las manchas blancas?

No hay manera de saber si el vitíligo se propagará. En algunas personas las manchas blancas no se extienden. Sin embargo, es más común que las manchas blancas se propaguen a otras áreas del cuerpo. En algunos casos, el vitíligo se propagará lentamente, lo que tardará varios años. En otros casos, la extensión ocurrirá rápidamente. Algunas personas han reportado tener más manchas blancas después de estar bajo estrés físico o emocional

¿Cómo se diagnostica el vitíligo?

El médico utilizará el expediente médico y el historial familiar, un examen físico y pruebas clínicas para diagnosticar el vitíligo. El médico podría preguntarle:
  • ¿Tiene usted familiares con vitíligo?
  • ¿Tiene usted o alguno de sus familiares enfermedades autoinmunitarias?
  • ¿Tuvo usted sarpullido, una quemadura de sol u otro problema de la piel antes de que aparecieran las manchas blancas?
  • ¿Tuvo usted algún tipo de estrés o enfermedad física?
  • ¿Tuvo el cabello con canas antes de cumplir los 35 años?
  • ¿Es usted sensible al sol?
El médico le hará un examen físico para eliminar la posibilidad de que existan otros problemas médicos.
Las pruebas clínicas pueden incluir:
  • tomar una pequeña muestra (biopsia) de la piel afectada para examinarla
  • pruebas de sangre
  • un examen de los ojos.

¿Cuál es el tratamiento para el vitíligo?

El tratamiento podría ayudar a que la piel luzca mejor. El tipo de tratamiento dependerá de:
  • la cantidad de manchas blancas
  • cuánto se han extendido las manchas
  • el tratamiento que la persona prefiera seguir.
Algunos tratamientos no son adecuados para todo el mundo. Muchos de los tratamientos pueden tener efectos secundarios indeseados. Los tratamientos pueden tardarse demasiado tiempo y a veces puede que no den resultados.
Las opciones existentes para el tratamiento del vitíligo incluyen tratamiento médico, quirúrgico y otros. La mayoría de los tratamientos se enfocan en restaurar el color a las manchas blancas.
Los tratamientos médicos incluyen:
  • medicamentos (tales como cremas con esteroides) que se aplican directamente sobre la piel
  • medicamentos que se toman por la boca
  • fototerapia (PUVA, por sus siglas en inglés), que consiste de medicamentos y rayos ultravioleta A (UVA)
  • remover el color o pigmento de otras áreas de la piel para que se asemejen a las manchas blancas.
Los tratamientos quirúrgicos incluyen:
  • injertos de piel tomados del tejido mismo del paciente. El médico remueve la piel de un área del cuerpo y la transplanta a otra área. Esto se hace a veces con personas que tienen pequeñas manchas de vitíligo.
  • tatuajes en pequeñas áreas de la piel.
Otros tratamientos incluyen:
  • filtro o bloqueador solar
  • cosméticos, tal como maquillaje o tinte para cubrir las manchas blancas
  • consejería y apoyo.


¿Qué se puede hacer para lidiar con el vitíligo?

Si usted padece del vitíligo, podría estar enojado o deprimido debido a los cambios en su apariencia. Existen varias cosas que usted puede hacer para lidiar con la enfermedad:
  • Busque a un médico que sepa cómo tratar el vitíligo. El médico debe saber escucharlo y también debe brindarle apoyo emocional.
  • Aprenda sobre la enfermedad y las opciones de tratamiento que existen. Esto puede ayudarle a tomar decisiones sobre su tratamiento.
  • Hable con otras personas que tienen vitíligo. Un grupo de apoyo para pacientes de vitíligo puede ayudarle a encontrar otros recursos (vea la guía telefónica local). La familia y los amigos son otra fuente de apoyo.
Algunas personas con vitíligo sienten que los cosméticos que cubren las manchas blancas les ayudan a mejorar su aspecto físico y a sentirse mejor sobre sí mismos. Usted podrá probar varias marcas de cosméticos antes de encontrar el producto que mejor le funciona

¿Qué investigaciones se están haciendo sobre el vitíligo?

En años recientes los científicos han logrado un mejor conocimiento sobre el vitíligo, especialmente con el estudio genético. Investigaciones recientes están estudiando:
  • cómo un golpe o el estrés sufrido por la piel pueden provocar vitíligo o nuevas manchas blancas
  • nuevos tratamiento y mejor entendimiento del vitíligo usando un modelo basado en ratas de laboratorio
  • genes que podrían causar o contribuir al vitíligo
  • análisis de los genes que ya se ha demostrado que están ligados al vitíligo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Sindrome Tunel Carpiano


¿Qué es el síndrome del túnel carpiano?

El síndrome del túnel carpiano ocurre cuando el nervio mediano, que abarca desde el antebrazo hasta la mano, se presiona o se atrapa a nivel de la muñeca. El nervio mediano controla las sensaciones de la parte posterior de los dedos de la mano (excepto el dedo meñique), así como los impulsos de algunos músculos pequeños en la mano que permiten que se muevan los dedos y el pulgar. El túnel carpiano-un pasadizo estrecho y rígido del ligamento y los huesos en la base de la mano-contiene el nervio y los tendones medianos.

Algunas veces, el engrosamiento de los tendones irritados u otras inflamaciones estrechan el túnel y hacen que se comprima el nervio mediano. El resultado puede ser dolor, debilidad o entumecimiento de la mano y la muñeca, irradiándose por todo el brazo. Aunque las sensaciones de dolor pueden indicar otras condiciones, el síndrome del túnel carpiano es de las neuropatías por compresión más comunes y ampliamente conocidas en las cuales se comprimen o se traumatizan los nervios periféricos del cuerpo

¿Cuáles son los síntomas del síndrome del túnel carpiano?

Los síntomas generalmente comienzan gradualmente y se manifiestan con sensaciones de calor, calambre o entumecimiento en la palma de la mano y los dedos, especialmente del pulgar y de los dedos medio e índice. Algunos pacientes que padecen el síndrome del túnel carpiano dicen que sus dedos se sienten hinchados e inútiles, a pesar de no presentar una hinchazón aparente. Los síntomas a menudo aparecen primero en una o ambas manos durante la noche, puesto que mucha gente duerme con las muñecas dobladas.
Una persona con síndrome del túnel carpiano puede despertarse sintiendo la necesidad de "sacudir" la mano o la muñeca. A medida que los síntomas se agravan, los pacientes comienzan a sentir el calambre durante el día. La disminución en el pulso de la mano puede dificultar cerrar el puño, agarrar objetos pequeños o realizar otras tareas manuales. En casos crónicos y/o sin tratamiento, los músculos de la base del pulgar pueden debilitarse o atrofiarse. Algunas personas no pueden distinguir el frío y el calor a través del tacto.

¿Cuáles son las causas del síndrome del túnel carpiano?

A menudo, el síndrome del túnel carpiano es el resultado de una combinación de factores que aumentan la presión en el nervio y los tendones medianos en el túnel carpiano, en lugar de ser un problema del nervio propiamente dicho. El trastorno se debe muy probablemente a una predisposición congénita - el túnel carpiano es simplemente más pequeño en algunas personas que en otras. Otros factores que contribuyen al diagnóstico incluyen traumatismos o lesiones en la muñeca que causan la hinchazón, tal como una torcedura o una fractura; hiperactividad de la glándula pituitaria; hipotiroidismo (baja función de la glándula tiroides); artritis reumatoide; problemas mecánicos en el empalme de la muñeca; stress laboral; uso repetido de herramientas manuales de vibración; retención de líquido durante el embarazo o la menopausia, o el desarrollo de un quiste o de un tumor en el túnel carpiano. En algunos casos es imposible determinar las causas.
Existen pocos datos clínicos que comprueban si el realizar movimientos repetitivos y forzados con la mano y la muñeca en actividades laborales o de diversión puede causar el síndrome del túnel carpiano. Los movimientos repetitivos que se realizan en el curso normal del trabajo u otras actividades diarias pueden dar lugar a trastornos de movimientos repetitivos tales como bursitis (inflamación de una bursa, pequeña bolsa que facilita el movimiento de los músculos y tendones sobre el hueso) y tendonitis (inflamación de los tendones). El calambre de escritor - una condición causada por una falta en la coordinación motriz, dolor y presión en los dedos, la muñeca o el antebrazo como consecuencia de una actividad repetitiva - no es un síntoma del síndrome del túnel carpiano.

¿Quién está bajo riesgo de desarrollar síndrome del túnel carpiano?

Las mujeres tienen tres veces mayores probabilidades que los hombres de padecer el síndrome del túnel carpiano, quizás porque el túnel carpiano en sí mismo puede ser más pequeño en las mujeres que en los hombres. La mano dominante generalmente se afecta primero y padece el dolor más intenso. Las personas con diabetes u otros trastornos metabólicos que afectan directamente los nervios del cuerpo y los hacen más susceptibles o propensos a la compresión también presentan un riesgo alto. Generalmente, el síndrome del túnel carpiano ocurre solamente en adultos.
El riesgo de padecer el síndrome del túnel carpiano no se limita a personas que trabajan en una sola industria u oficio, pero es particularmente más común en personas que realizan trabajos en plantas de ensamblaje-fabricación, costura, acabado industrial, limpieza y embalaje de carnes, aves o pescados. De hecho, el síndrome del túnel carpiano es tres veces más común en ensambladores que en las personas que realizan ingreso de datos en computadoras. Un estudio realizado por la Clínica Mayo en 2001 reveló que el uso continuo de una computadora (hasta 7 horas al día) no aumenta el riesgo de que una persona desarrolle el síndrome del túnel carpiano.
En 1998, se estimó que tres de cada 10 mil trabajadores debieron ausentarse del trabajo debido a síndrome del túnel carpiano. La mitad de estos trabajadores perdió más de 10 días de trabajo. El costo promedio del síndrome del túnel carpiano, incluyendo facturas médicas y tiempo perdido de trabajo, se estima en alrededor de $30.000 por trabajador afectado.
¿Cómo se diagnostica el síndrome del túnel carpiano?


El diagnóstico y tratamiento tempranos son importantes para evitar daños permanentes al nervio mediano. Un examen físico de las manos, los brazos, los hombros y el cuello puede ayudar a determinar si las quejas del paciente se relacionan con sus actividades diarias o con un trastorno no aparente y puede ayudar a eliminar otras condiciones dolorosas parecidas al síndrome del túnel carpiano. Se verifica si la muñeca presenta ablandamiento, hinchazón, calor o decoloración. Se comprueba la sensibilidad de todos los dedos y se examina la fortaleza de los músculos de la base de la mano y si existen muestras de atrofia. Las pruebas rutinarias de laboratorio y las radiografías pueden indicar si hay diabetes, artritis y fracturas.
Los médicos pueden utilizar pruebas específicas para intentar reproducir los síntomas del síndrome del túnel carpiano. En la prueba de Tinel, el doctor golpea ligeramente o presiona el nervio mediano en la muñeca del paciente. La prueba es positiva si ocurre una especie de calambre en los dedos o una sensación de descarga eléctrica. En la prueba de Phalen o flexión de la muñeca, el paciente debe estirar los brazos hacia arriba con los dedos hacia abajo, presionando el dorso de las manos uno contra el otro. La presencia del síndrome del túnel carpiano se evidencia si uno o más síntomas, como una sensación de calambre o un mayor entumecimiento, se sienten en los dedos en el plazo de un minuto. Los médicos pueden también pedir que los pacientes intenten hacer un movimiento que provoque los síntomas.
A menudo es necesario confirmar el diagnóstico por medio de pruebas de electrodiagnóstico. En un estudio de la conducción del nervio, se colocan electrodos en la mano y la muñeca. Se aplican pequeñas descargas eléctricas y se mide la velocidad con la cual los nervios transmiten los impulsos. En una prueba llamada electromiografía, se inserta una aguja fina en el músculo. La actividad eléctrica que se muestra en una pantalla puede determinar la gravedad del daño que ha sufrido el nervio mediano. El procesamiento de imágenes por ultrasonido puede demostrar cualquier deterioro en el movimiento del nervio mediano. El procesamiento de imágenes por resonancia magnética (MRI) puede mostrar la anatomía de la muñeca, pero hasta la fecha no ha sido particularmente útil en el diagnóstico del síndrome del túnel carpiano.

¿Cómo se trata el síndrome del túnel carpiano?

Los tratamientos para el síndrome del túnel carpiano deben comenzar lo más pronto posible, siguiendo instrucciones médicas. Las causas menos evidentes, tales como la diabetes o la artritis se deben tratar primero. El tratamiento inicial implica generalmente mantener en reposo la mano y de la muñeca afectadas por lo menos 2 semanas, evitando actividades que puedan empeorar los síntomas, e inmovilizando la muñeca con una férula o tablilla para evitar daños adicionales por torceduras o flexiones de la misma. Si hay inflamación, la aplicación de compresas frías puede ayudar a reducir la hinchazón.
Tratamientos no quirúrgicos

Medicinas - En circunstancias especiales, varios medicamentos pueden aliviar el dolor y la hinchazón asociados al síndrome del túnel carpiano. Los medicamentos anti-inflamatorios no esteroides, tales como la aspirina, el ibuprofeno y otros calmantes del dolor sin receta, pueden ayudar a aliviar los síntomas que han estado presentes por un tiempo corto o consecuencia de una actividad forzosa. Los diuréticos administrados por vía oral ("píldoras de agua") puede disminuir la hinchazón. Los corticoesteroides tales como prednisona o lidocaína, inyectados directamente en la muñeca o tomados por vía oral, pueden aliviar la presión en el nervio mediano y proporcionar un alivio temporal inmediato a las personas con síntomas leves o intermitentes. (Precaución: las personas con diabetes o con predisposición a la diabetes deben tener presente que el uso prolongado de corticoesteroides puede dificultar la regulación de los niveles de la insulina. Los corticosterioides no se deben tomar sin haber sido recetados por un médico). Además, algunos estudios demuestran que los suplementos de la vitamina B6 (piridoxina) pueden aliviar los síntomas del síndrome del túnel carpiano.

Ejercicio - Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden ser beneficiosos para las personas cuyos síntomas hayan disminuido. Estos ejercicios pueden ser supervisados por un fisioterapista debidamente entrenado para tratar debilitaciones físicas a través del ejercicio, o por un terapista ocupacional debidamente entrenado para evaluar pacientes con debilitaciones físicas y ayudarles a adquirir destrezas para mejorar su salud y bienestar.

Terapias alternativas - Los tratamientos por acupuntura y/o quiroprácticos han beneficiado a algunos pacientes, pero su verdadera eficacia no ha sido comprobada. El yoga es la excepción, ya que se ha demostrado que reduce el dolor y mejora el pulso en la mano en los pacientes con síndrome de túnel carpiano.

Cirugía
La descompresión del túnel carpiano es uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes en los Estados Unidos. Esta cirugía se recomienda generalmente si los síntomas duran por lo menos 6 meses e involucra el separar una porción de tejido alrededor de la muñeca para reducir la presión en el nervio mediano. La cirugía se realiza con anestesia local y no requiere hospitalización. Muchos pacientes requieren cirugía en ambas manos. A continuación los diferentes tipos de cirugía de descompresión del túnel carpiano.
La cirugía de descompresión abierta, es el procedimiento tradicional utilizado para corregir el síndrome de túnel carpiano consiste en el hacer una incisión de hasta 2 pulgadas en la muñeca y después el cortar el ligamento carpiano para agrandar el túnel del carpo (conjunto de huesos de la muñeca). El procedimiento se hace generalmente con anestesia local y es ambulatorio, a menos que haya consideraciones médicas inusuales.
La cirugía endoscópica puede resultar en una recuperación funcional más rápida y causa menos malestar postoperatorio que la cirugía de descompresión abierta tradicional. El cirujano hace dos incisiones (de aproximadamente ½ pulgada cada una) en la muñeca y en la palma, inserta una cámara fotográfica unida a un catéter, observa el tejido en una pantalla y corta el ligamento carpiano (el tejido que mantiene las coyunturas). Esta cirugía endoscópica de dos portales (incisiones), realizada generalmente usando anestesia local, es eficaz y reduce al mínimo las marcas y el ablandamiento de cicatrices, en caso de existir. También está disponible la cirugía endoscópica de un portal para el síndrome del túnel carpiano.
Aunque los síntomas se pueden aliviar inmediatamente después de cirugía, la recuperación total de la cirugía del túnel carpiano puede tomar meses. Algunos pacientes pueden tener infecciones, daños en el nervio, rigidez y dolores en la incisión. De vez en cuando la muñeca pudiera perder fuerza a consecuencia de haber cortado el ligamento carpiano. Los pacientes deben realizar fisioterapia después de la cirugía para restaurar la fuerza de la muñeca. Algunos pacientes pueden necesitar hacer cambios en sus actividades laborales o hasta cambiar de trabajo después de recuperarse de la cirugía.
La recurrencia del síndrome de túnel carpiano después del tratamiento es inusual. La mayoría de pacientes se recupera totalmente.

¿Cómo puede prevenir el síndrome del túnel carpiano?

En el ambiente de trabajo, los trabajadores pueden realizar labores de condicionamiento, ejercicios de estiramiento, tomar descansos frecuentes, usar férulas o tablillas para mantener rectas las muñecas y mantener una postura y posición correctas de la muñeca. Utilizar guantes sin dedos ayuda a mantener las manos calientes y flexibles. Se pueden rediseñar las estaciones de trabajo, las herramientas, las asas de las herramientas y las tareas para permitir que la muñeca del trabajador mantenga una posición natural durante las labores. También, las labores se pueden rotar entre los trabajadores. Los patrones pueden diseñar programas especializados en ergonomía, es decir, el proceso de adaptar las condiciones del ambiente de trabajo y las exigencias del trabajo a las capacidades de los trabajadores. Sin embargo, la investigación no ha demostrado concluyentemente que estos cambios realizados en el ambiente de trabajo previenen la ocurrencia del síndrome del túnel carpiano

sábado, 25 de septiembre de 2010

Osteoporosis


¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis es una enfermedad del esqueleto caracterizada por un descenso de la masa ósea, con un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo y un aumento de la fragilidad de los huesos. Su manifestación clínica más característica es la fractura y las complicaciones que se derivan de ella.

¿A cuántas personas afecta esta enfermedad?En España, aproximadamente 2 millones de mujeres y 500000 varones sufren osteoporosis en la columna lumbar o en el cuello del fémur; es decir, casi un 13% de la población femenina y un poco más del 4% de la masculina. Además, de las personas que llegan a los 90 años, casi un 32% de las mujeres y un 17% de los varones sufren una fractura de cadera.

La osteoporosis afecta principalmente (no exclusivamente) a personas mayores de 50 años; por tanto, el progresivo envejecimiento de la población española nos anuncia un aumento sustancial de esta enfermedad en las próximas décadas.
¿Cuántos tipos de osteoporosis existen?Los tipos más comunes de Osteoporosis son:
- El tipo I, u osteoporosis asociada a la menopausia, que afecta a seis mujeres por cada hombre;

- El tipo II, la asociada con la edad, que afecta a personas mayores de 70 años con una relación mujer/ hombre de 2:1.


¿Por qué aparece esta enfermedad?
Entre los factores de riesgo que predisponen a su desarrollo destacan ser mujer posmenopáusica blanca, delgada o pequeña, con una menopausia prematura, o que haya tenido amenorrea prolongada premenopáusica, que no ha tenido hijos y tiene una historia familiar de osteoporosis; también elevan el riesgo de desarrollar esta enfermedad algunos factores relacionados con el "estilo de vida" como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el bajo consumo de calcio y la vida sedentaria.
Sabemos, por otro lado, que la fractura es la manifestación clínica más característica de esta enfermedad y que la caída es el hecho precipitante esencial en este tipo de fracturas. Entre los factores que incrementan de un modo determinante el riesgo de sufrir caídas en el anciano tenemos la pérdida de fuerza en extremidades inferiores, y la pérdida de equilibrio y flexibilidad

En realidad, ¿dónde reside el problema?
- En el tipo I: se sospecha que el mecanismo que hace que se desarrolle la osteoporosis tipo I en las mujeres es la deficiencia de estrógenos. Los varones no suelen perder una cantidad significativa de hueso antes de los 70 años, pero varias enfermedades, medicaciones (por ejemplo, tratamiento crónico con corticoides), y factores relacionados con el estilo de vida (por ejemplo, el alcoholismo) pueden ocasionar pérdidas prematuras de masa ósea y de fuerza.
- En el tipo II: se sospecha que el mecanismo que hace que se desarrolle la osteoporosis tipo II es la deficiencia de vitamina D y un hiperparatiroidismo (o exceso de función de la glándula paratiroides) secundario.

¿Cómo se diagnostica la osteoporosis?


Actualmente, las dos formas más sencillas de diagnosticar esta enfermedad son:
1º) por medio de una densitometría radiológica de doble energía (DEXA) de la columna lumbar y de la cadera, que cuantifica el contenido mineral por unidad de área; de este modo se obtiene la densidad mineral ósea (BMD) en g. cm2, referida al área de proyección; y
2º) por medio de una tomografía axial computerizada (TAC) que aporta una densidad volumétrica en g. m3.
En 1994, un comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud propuso como criterio densitométrico para el diagnóstico de la osteoporosis en población femenina aquellos valores de contenido mineral o de densidad mineral ósea que se sitúen por debajo de -2.5 desviaciones estándar de la media de mujeres jóvenes sanas (pico de masa ósea).

¿Cuándo se rompe un hueso osteoporótico?


Un hueso se rompe cuando ha perdido suficiente masa ósea como para alcanzar su "umbral de fractura". Nos podemos aproximar un poco más a este umbral de fractura con cifras concretas; por ejemplo, personas con una densidad mineral ósea inferior a 1.0g/cm3 en la columna lumbar o 0.75g/cm3 en el fémur pueden ser consideradas como de alto riesgo de sufrir fractura en esos huesos.

¿Por qué es importante evitar la osteoporosis?


Porque es una enfermedad que representa un grave problema de salud pública, que genera unos elevados índices de discapacidad física, una demanda importante de atención sanitaria y un alto coste económico. Por ejemplo, las estadísticas señalan que un 12-20% de los ancianos con fractura de cadera mueren en el plazo de un año, que más de un 50% de los supervivientes completan este año siendo discapacitados y que muchos de ellos mantienen esta discapacidad de modo permanente.

¿Qué hacer para prevenir la osteoporosis?


Se sabe que la masa ósea de una persona aumenta durante la infancia y adolescencia, alcanza un pico en la tercera o comienzo de la cuarta década de la vida y a partir de ese momento comienza a descender progresivamente .Se han propuesto diferentes estrategias para prevenir esta enfermedad como, por ejemplo, el consumo de una cantidad adecuada de calcio y vitamina D, evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol; el uso de terapia hormonal sustitutiva en mujeres posmenopáusicas y el ejercicio físico regular.

viernes, 24 de septiembre de 2010

E.L.A



La esclerosis lateral amiotrófica (abreviadamente, ELA) es una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular por la cual las motoneuronas disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva (de pronóstico mortal, pues en sus etapas avanzadas los pacientes sufren parálisis total) que se acompaña de una exaltación de los reflejos tendinosos (resultado de la pérdida de los controles musculares inhibitorios)
El nombre de la enfermedad, descrita por primera vez en 1869 por Jean Martin Charcot (1825 - 1893), describe sus características principales:

  • Esclerosis lateral indica la pérdida de fibras nerviosas acompañada de una esclerosis (del griego σκλήρωσις, endurecimiento) o cicatrización glial en la zona lateral de la médula espinal, región ocupada por fibras o axones nerviosos que son responsables últimos del control de los movimientos voluntarios.
  • Amiotrófica (del griego, a-: negación; mio: músculo; trófico: nutrición), por su parte, señala la atrofia muscular que se produce por inactividad muscular crónica, al haber dejado los músculos de recibir señales nerviosas.
  • En la ELA, las funciones cerebrales no relacionadas con la actividad motora, esto es, la sensibilidad y la inteligencia, se mantienen inalteradas. Por otro lado, apenas resultan afectadas las motoneuronas que controlan los músculos extrínsecos del ojo, por lo que los enfermos conservan los movimientos oculares hasta el final. Igualmente, la ELA no daña el núcleo de Onuf, por lo que tampoco resultan afectados los músculos de los esfínteres que controlan la micción y defecación.

La enfermedad afecta, especialmente, a personas de edades comprendidas entre los 40 y 70 años, más frecuentemente en varones y entre los 60 y 69 años. Se producen unos dos casos por año y por 100000 habitantes. Sin que se sepa la causa concreta, la ELA ha afectado también, en ocasiones, a grupos de personas: jugadores de fútbol italianos, veteranos de la guerra del golfo pérsico y habitantes de la isla de Guam.

La ELA se conoce también con el nombre de enfermedad de Lou Gehrig o de Stephen Hawking en Estados Unidos, Enfermedad de Jean Martin Charcot en Francia o, genéricamente, EMN (Enfermedad de las motoneuronas).

Se trata de una enfermedad tan frecuente como la esclerosis múltiple y más que la distrofia muscular.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), a veces llamada enfermedad de Lou Gehrig, es una enfermedad neurológica progresiva, que ataca a las células nerviosas (neuronas) encargadas de controlar los músculos voluntarios. Esta enfermedad pertenece a un grupo de dolencias llamado enfermedades de las neuronas motoras, que son caracterizadas por la degeneración gradual y muerte de las neuronas motoras.
Las neuronas motoras son las células nerviosas localizadas en el cerebro, el tallo del cerebro, y la médula espinal, que sirven como unidades de control y enlaces de comunicación vital entre el sistema nervioso y los músculos voluntarios del cuerpo. Los mensajes de las neuronas motoras cerebrales (llamadas neuronas motoras superiores) son transmitidos a las neuronas motoras en la médula espinal (llamadas neuronas motoras inferiores) y de allí a cada músculo en particular. En la ELA, tanto las neuronas motoras superiores como las inferiores se degeneran o mueren y dejan de enviar mensajes a los músculos. Imposibilitados de funcionar, los músculos gradualmente se debilitan y se gastan (atrofia) y se contraen (fasciculaciones). Eventualmente, se pierde la capacidad cerebral para entablar y controlar el movimiento voluntario.
La ELA ocasiona debilidad con un rango amplio de discapacidades (vea la sección titulada "¿Cuáles son los síntomas?"). Eventualmente quedan afectados todos los músculos bajo control voluntario y los pacientes pierden su fuerza y la capacidad de mover sus brazos, piernas y cuerpo. Cuando fallan los músculos del diafragma y de la pared torácica, los pacientes pierden la capacidad de respirar sin un ventilador o respirador artificial.
Ya que la ELA afecta solamente las neuronas motoras, la enfermedad no deteriora la mente, personalidad, inteligencia o memoria de la persona. Tampoco afecta los sentidos de la vista, olfato, gusto, oído o tacto. Los pacientes generalmente mantienen el control de los músculos de los ojos (ver en enlaces el control para el ordenador con los ojos específicamente creado para esta enfermedad)y de las funciones de la vejiga y los intestinos.

¿A quién le da ELA?

En un 90 a 95 por ciento de todos los casos de ELA, la enfermedad ocurre aparentemente aleatoriamente sin ningún factor de riesgo claramente asociado. Los pacientes no tienen una historia familiar de la enfermedad y no se considera que los miembros de su familia tengan un riesgo mayor de desarrollar ELA.
Entre el 5 y el 10 por ciento de todos los casos de ELA son heredados. La forma familiar de ELA generalmente resulta de un patrón hereditario que requiere que solamente uno de los padres lleve el gen responsable por la enfermedad. Un 20 por ciento de todos los casos familiares resulta de un defecto genético específico que lleva a la mutación de la enzima conocida como superóxido dismutasa 1 (SOD1). Las investigaciones sobre esta mutación están proporcionando indicios sobre las posibles causas de la muerte de las neuronas motoras en la ELA. No todos los casos familiares de ELA se deben a la mutación SOD1, por lo tanto es claro que existen otras causas genéticas no identificadas.

¿Cuáles son los síntomas?

El inicio de la ELA puede ser tan sutil que a menudo se pasan por alto los síntomas. Las primeras manifestaciones pueden incluir contracciones, calambres o rigidez de los músculos, debilidad muscular que afecta un brazo o una pierna, el habla deteriorada o nasal; o dificultad para masticar o tragar. Estas quejas generalizadas después se convierten en una debilidad más obvia o atrofia, que puede llevar a que el médico sospeche ELA.

Las partes del cuerpo afectadas por los primeros síntomas de ELA dependen de qué músculos del cuerpo se dañan primero. En algunos casos, los síntomas iniciales afectan una de las piernas y los pacientes experimentan dificultad al caminar o correr o se dan cuenta de que tropiezan o tambalean más a menudo. Al principio algunos pacientes ven los efectos de la enfermedad en una mano o brazo cuando se les dificulta hacer tareas sencillas que requieren dexteridad manual como abotonarse una camisa, escribir o girar la llave en una cerradura. Otros pacientes notan problemas al hablar.

No obstante qué parte del cuerpo sea afectada primero, al progresar la enfermedad, la debilidad muscular y la atrofia se extienden a otras partes del cuerpo. Los pacientes tienen cada vez más problemas para moverse, tragar (disfagia) y para hablar o formar palabras (disartria). Los síntomas de que las neuronas motoras superiores están involucradas incluyen músculos tiesos o rígidos (espasticidad), reflejos exagerados (hiperreflexia) incluyendo un reflejo superactivo de arqueada. Un reflejo anormal comúnmente llamado señal o reflejo de Babinski (el dedo gordo del pie se extiende hacia arriba cuando se estimula de cierta manera la planta del pie) también indica daño de las neuronas motoras superiores. Los síntomas de degeneración de las neuronas motoras inferiores incluyen debilidad y atrofia muscular, calambres musculares, y contracciones fugaces de los músculos que pueden ser vistas bajo la piel (fasciculaciones).

Para que los pacientes sean diagnosticados con ELA, deben tener señales y síntomas de daño de las neuronas motoras superiores e inferiores que no puedan ser atribuidos a otras causas. Aunque la secuencia de los síntomas emergentes y la tasa de progresión de la enfermedad varían de persona a persona, eventualmente los pacientes no podrán pararse o caminar, acostarse o levantarse de la cama solos, o usar sus manos y brazos. La dificultad para tragar y masticar lesiona la habilidad del paciente para comer normalmente y aumenta el riesgo de que se atore. Mantener el peso se convertirá en un problema. Debido a que la enfermedad generalmente no afecta su capacidad cognoscitiva, los pacientes se dan cuenta de su pérdida progresiva de funciones, y se pueden angustiar o deprimirse. Los profesionales de la salud deben explicar el curso de la enfermedad y describir los tratamientos disponibles de manera que los pacientes puedan tomar decisiones informadas con anticipación.

En las etapas posteriores de la enfermedad, los pacientes tienen dificultad para respirar porque los músculos del sistema respiratorio se debilitan. Eventualmente los pacientes pierden su capacidad de respirar solos y dependerán de un respirador artificial para sobrevivir. Los pacientes también pueden enfrentar un riesgo mayor de neumonía durante las etapas posteriores de la ELA.

¿Cómo se diagnostica la ELA?

No hay ninguna prueba que pueda dar un diagnóstico definitivo de ELA, aunque la presencia de señales de deterioración de las neuronas motoras superiores e inferiores en una sola extremidad constituye una fuerte indicación. Más bien, el diagnóstico de ELA está basado primordialmente en los síntomas y señales que el médico observa en el paciente y en una serie de pruebas que descartan otras enfermedades. Los médicos obtienen el historial médico completo y generalmente realizan un examen neurológico a intervalos regulares para evaluar si los síntomas como la debilidad muscular, atrofia muscular, hiperreflexia, y espasticidad se están empeorando progresivamente.

Ya que los síntomas de la ELA pueden ser similares a aquellos de una gran variedad de otras enfermedades o trastornos más fáciles de tratar, hay que realizar los exámenes apropiados para descartar la posibilidad de otras enfermedades. Una de estas pruebas es la electromiografía (EMG), una técnica especial de registro que detecta la actividad eléctrica en los músculos. Algunos de los hallazgos de la EMG pueden apoyar el diagnóstico de ELA. Otra prueba común mide la velocidad de conducción de los nervios (NCV, por sus siglas en inglés). Anormalidades específicas en los resultados de la NCV pueden sugerir, por ejemplo, que el paciente tiene un tipo de neuropatía periférica (daño a los nervios periféricos) o miopatía (enfermedad muscular) en vez de ELA. El médico puede ordenar una resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés), un procedimiento no invasivo que utiliza un campo magnético y ondas de radio para hacer imágenes detalladas del cerebro y de la médula espinal. Aunque a menudo los exámenes de resonancia magnética son normales en pacientes con ELA, es posible que revelen problemas que puedan estar causando los síntomas, como un tumor en la médula espinal, un disco herniado en el cuello, una siringomielia, o espondilosis cervical.
De acuerdo con los síntomas del paciente y los resultados del examen médico y de estas pruebas, el médico puede ordenar exámenes de sangre y orina para eliminar la posibilidad de otras enfermedades así como exámenes de laboratorio de rutina. En algunos casos, por ejemplo, si el médico sospecha que el paciente tiene una miopatía en vez de ELA, es posible que realice una biopsia muscular.

En algunos casos, las enfermedades infecciosas como el virus de inmunodeficiencia humano (VIH), el virus de la leucemia de células T humana (HTLV, por sus siglas en inglés), y la enfermedad de Lyme pueden causar síntomas similares a la ELA. Trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple, el síndrome post-polio, la neuropatía motora multifocal, y la atrofia muscular espinal también pueden imitar ciertas facetas de la enfermedad y deben ser consideradas por los médicos que intentan hacer un diagnóstico.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Tiroides



Las enfermedades de la glándula tiroides son lo suficientemente frecuentes como para que todos hayamos oído alguna vez de personas que padecen algún tipo de patología vinculada a esta glándula. Es por ello razonable que cualquiera pueda preguntarse si no padece de algún trastorno tiroideo, o si alguna molestia que comprueba no podía obedecer a esta patología. Sin embargo, para la mayoría de las personas es muy probable que tanto la glándula tiroides como las alteraciones de su función no signifiquen nada concreto.

¿Qué es la tiroides y qué es el bocio?


Es una glándula alojada en la parte delantera del cuello, que normalmente no se ve ni se palpa. En aquellos casos en los que se ve, o al menos es palpable, se puede decir que está aumentada de tamaño. Al aumento de tamaño de la glándula tiroides se le llama bocio. Decir bocio no significa decir otra cosa que eso: tiroides aumentada de tamaño.

El aumento registrado por la glándula puede ser de diversa magnitud, pudiendo en ocasiones alcanzar un tamaño tan importante que llega a producir dificultades para deglutir, para hablar o aún para respirar.

Los bocios pueden ser a su vez, independientemente de su tamaño, difusos o nodulares; y a su vez, los bocios nodulares pueden estar constituidos por un solo nódulo o por muchos. Esta última distinción tiene mucha importancia diagnóstica y pronóstica, ya que aquellos bocios que tienen un solo nódulo tienen mayor probabilidad de que este sector de la glándula contenga tejido canceroso, o no teniéndolo, degenere más adelante, adquiriendo la evolución de un tumor maligno.

Si bien la probabilidad estadística de que el nódulo único de tiroides indique la presencia de un tumor maligno es alta, ello no significa que sea equivalente a su diagnóstico; sólo significa que debe obligatoriamente estudiarse en todos los casos.

¿Cómo funciona la glándula tiroides?

Interesa conocer la tiroides no solo como estructura sino también como tejido funcionante, que es productor de sustancias, del tipo de las llamadas hormonas, que actúan en muy diversas partes del organismo.

Independientemente de que la tiroides tenga o no aumento de su tamaño, puede funcionar normalmente, en exceso o en déficit. Cuando lo hace en exceso, esa alta producción de hormonas provoca la enfermedad llamada hipertiroidismo. Cuando su función es deficitaria, dará lugar a un hipotiroidismo.

Uno de los errores más comunes que comprobamos es confundir el tamaño aumentado de la glándula (bocio) con el aumento de su función. El bocio no siempre se acompaña de un exceso de función o hipertiroidismo. En realidad, es mucho más frecuente que el bocio tenga lugar con un déficit funcional (hipotiroidismo) que con un exceso de secreción hormonal. No obstante, la situación más frecuente de toas es que el bocio curse con función glandular normal. A esta situación, la más común se le denomina “bocio simple”.

¿Cómo sospechar la existencia de un hipertiroidismo?

Muchos síntomas relatados por el enfermo pueden corresponder a un exceso de función tiroidea; sin embargo, es la sumatoria integrada de varios de ellos lo que plantea la sospecha e induce al diagnóstico. De la misma manera ocurre con aquellos signos que encuentra el médico en el examen clínico. De entre todos ellos se debe destacar la existencia de un adelgazamiento, que no se encuentra vinculado a una menor ingesta de alimentos. El médico puede también recoger en su examen la presencia de un temblor fino y distal de las manos y ojos “saltones” con aumento de brillo ocular. El paciente relata que sufre también una aceleración del tránsito intestinal, palpitaciones, mala tolerancia al calor, irregularidades menstruales, pérdida de fuerzas musculares. A veces ha muy pocos de éstos síntomas.

Como es tan variada la gama de fenómenos que pueden ser ocasionados por un hipertiroidismo, muchas veces el primero en pensar en la enfermedad e iniciar su pesquisa puede no ser el endocrinólogo, sino otro especialista-

¿Cómo se presenta el hipotiroidismo?

En otras circunstancias que se ven con mayor frecuencia hay un déficit de la función tiroidea, o hipotiroidismo, que puede cursar con o sin bocio. Los síntomas también suelen ser muy heterogéneos, a veces muy escasos. Se observa el aumento de peso, no vinculado necesariamente a una mayor ingestión de alimentos, apatía, depresión psíquica, pereza intestinal, mala tolerancia al frío, somnolencia, voz lenta y más monótona, palidez, cabello más seco y ralo, etc.

Al igual que con el hipertiroidismo, será necesario corroborar el diagnóstico previo al tratamiento que, salvo si hay nódulos, no será quirúrgico sino medicamentoso. Es muy importante la forma de conducir el tratamiento, sobre todo en personas de edad más avanzada. Que requieren un seguimiento más estricto por el endocrinólogo.

Del mismo modo que el hipertiroidismo, el déficit de función puede verse no solo en adultos sino también en niños y mujeres embarazadas, o en adultos que se encuentren cursando cualquier otra enfermedad, que deberá ser controlada al mismo tiempo

domingo, 19 de septiembre de 2010

Lipotimias


¿QUÉ ES?

También denominado lipotimia o desmayo, el síncope es una pérdida breve del conocimiento debida a una anoxia cerebral global, es decir, que no llega suficiente oxígeno a todo el cerebro debido a una disminución transitoria del aporte sanguíneo del mismo.
Se calcula que la mitad de la población ha padecido algún episodio a lo largo de su vida.
Normalmente, la recuperación es rápida y completa.

CAUSAS

Aunque en un 5% de los casos se debe a una enfermedad cardiaca, en el 95% de ellos no se encuentra una causa que justifique el síncope.

Sin embargo, existen factores desencadenantes de esta pérdida de conciencia:

el miedo,
el dolor,
el estrés,
la deglución,
la tos
o el calor.

El síncope suele ocurrir, excepto en raras ocasiones (por enfermedad cardiaca), cuando el sujeto está de pie o sentado, siendo muy raro si está tumbado, aunque sí puede ocurrir al incorporarse bruscamente.
Es frecuente en las personas con artrosis cervical, aunque en estos casos suele acompañarse de otros signos y síntomas de falta de riego cerebral (inestabilidad postural, vértigo).

Es más frecuente en mujeres jóvenes con la tensión arterial naturalmente baja, y está relacionado con la denominada "hipotensión ortostática", cuadro en el que una mala adaptación de la circulación en relación con la postura hace que "la sangre no siga al cuerpo" al levantarse o enderezarse bruscamente.

SÍNTOMAS

En general, el sujeto nota previamente mareo, malestar gástrico, sudoración, visión borrosa, palidez.
Si el sujeto se tumba o si estaba parado y comienza a moverse, el ataque se interrumpe. Pero si permanece de pie cae inconsciente, permaneciendo así durante unos segundos o minutos.
En el caso de que el síncope se deba a una enfermedad cardiaca, se produce de forma brusca o tras algún esfuerzo.
Las lipotimias que se producen por distintas situaciones (calor, dolor, estrés), que suelen ir precedidas de la sensación de mareo, no precisan tratamiento médico.
Cuando el paciente está en posición horizontal, bien porque se haya caído o bien porque se haya tumbado, se restaura el flujo cerebral y se recupera rápidamente el nivel de conciencia.

FACTORES DE RIESGO

Sexo femenino.
Constitución asténica (delgada).
Tensión arterial baja.
Temperatura ambiental alta.

PREVENCIÓN


DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Diagnóstico
Pese a la poca frecuencia de problemas cardiacos subyacentes, deberán descartarse: para ello suele bastar con una radiografía simple de tórax y un E.C.G..
La hipotensión ortostática se puede diagnosticar mediante pruebas complejas, que normalmente no son necesarias.
A veces hay que distinguir el síncope de una epilepsia, para lo que el médico o especialista realizarán las pruebas oportunas.

Tratamiento
Ante una lipotimia, ayude al sujeto a tenderse y levántele las piernas por encima del nivel del corazón.
Si no hay sitio para tenderle, ayúdele a inclinarse hacia delante y colóquele la cabeza entre las rodillas, el tórax o la cintura.
Si se encuentra en un sitio cerrado, abra la ventana.
Si está al aire libre, retírelo del sol.
Evite que se agolpe la gente a su alrededor.
En los desmayos, es útil la estimulación periférica con frío.
Durante el desmayo, póngale la cabeza de lado para evitar que la lengua caiga y pueda obstruir la vía aérea, o por si vomita.

Si el paciente se levanta rápidamente, se puede precipitar otro nuevo episodio; por ello, intente que se incorpore poco a poco.
Es importante destacar que no se le debe dar nada por boca hasta que recupere completamente el conocimiento.

POSIBLES COMPLICACIONES

Aún cuando hemos dicho que se recupera generalmente sin secuelas y que no precisan tratamiento, sí deben estudiarse los casos de síncopes que se presentan en personas mayores, en caso de que sean muy repetidos o se presenten tras un esfuerzo, ya que pueden ser consecuencia de una enfermedad cardiaca que debe ser valorada por su médico con el fin de administrarle el tratamiento correspondiente.
La complicación más frecuente es lesionarse por la caída, que puede llegar, en las personas mayores, a las fracturas de huesos.

PRONÓSTICO

La prevención del desmayo depende del mecanismo que lo provoca; deberemos pues intentar en lo posible prevenir esta circunstancia evitando el excesivo calor, no realizando incorporaciones bruscas sino sentándose en la cama y permaneciendo sentados unos segundos antes de levantarse.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Quemaduras


La mayoría de las quemaduras son lesiones menores que ocurren en el hogar o el trabajo. Son comunes las quemaduras menores debido al agua caliente, un rizador eléctrico o por tocar una estufa caliente. El tratamiento en el hogar suele ser lo único que se necesita para sanar y prevenir otros problemas, como una infección.
Hay muchos tipos de quemaduras.

-      Las quemaduras por calor (quemaduras térmicas) son causadas por fuego, vapor, objetos calientes o líquidos calientes. Las escaldaduras (quemaduras) con líquidos calientes son las más comunes en niños y adultos mayores.

-      Las quemaduras eléctricas son causadas por contacto con fuentes de energía eléctrica o por relámpagos.
 -      Las quemaduras químicas son causadas por contacto con químicos domésticos o industriales en forma de líquidos, sólidos o gases. Los alimentos naturales, como los chiles, los cuales contienen sustancias irritantes para la piel, pueden causar sensación de ardor.

-     Las quemaduras por radiación son causadas por el sol, las cámaras bronceadoras, las lámparas solares, los rayos X (radiografías) o la radioterapia para tratamiento del cáncer.

-      Las quemaduras por fricción son causadas por contacto con cualquier superficie dura, como el pavimento ("accidente de moto"), alfombras o pisos de gimnasios. Generalmente son raspones (excoriaciones) y quemaduras por calor. Las quemaduras por fricción en la piel se ven en los atletas cuando caen sobre pisos, canchas o pistas. Los motociclistas o los ciclistas que tienen accidentes en las carreteras sin llevar ropa protectora pueden tener quemaduras por fricción. Para obtener información sobre el tratamiento para quemaduras por fricción,

Inhalar aire caliente o gases puede lesionar los pulmones (lesiones por inhalación). Inhalar gases tóxicos, como monóxido de carbono, puede causar envenenamiento.

Las quemaduras lesionan las capas de piel y también pueden lesionar otras partes del cuerpo, como músculos, vasos sanguíneos, nervios, pulmones y ojos. Las quemaduras se definen como de primer, segundo, tercer y cuarto grado, dependiendo de cuántas capas de piel y tejido se quemen. Mientras más profunda y grande sea la zona quemada, más grave es la quemadura.



-       Las quemaduras de primer grado son las que ocurren en la primera capa de piel.

-      Hay dos tipos de quemaduras de segundo grado:
-     Las quemaduras superficiales de espesor parcial lesionan la primera y segunda capa de piel.

-    Las quemaduras profundas de espesor parcial lesionan capas más profundas de piel.

-      Las quemaduras de tercer grado (quemaduras de espesor completo) lesionan todas las capas de piel y tejido debajo de la piel. . Estas quemaduras siempre requieren tratamiento médico.

-      Las quemaduras de cuarto grado se extienden a través de la piel y lesionan músculos, ligamentos, tendones, nervios, vasos sanguíneos y huesos. Estas quemaduras siempre requieren tratamiento médico.

La gravedad de una quemadura está determinada por varios factores, que incluyen:
-      La profundidad, el tamaño, la causa, la zona del cuerpo afectada, la edad y el estado de salud de la víctima.

-      Cualquier otro tipo de lesión que se presente y la necesidad de atención de seguimiento.


Las quemaduras afectan a las personas de todas las edades, aunque algunas personas tienen mayores riesgos que otras.
-    La mayoría de las quemaduras que ocurren en niños menores de 5 años son escaldaduras por líquidos calientes.

-     Más de la mitad de todas las quemaduras ocurren en el grupo de los 18 a los 64 años de edad.

-      Los adultos mayores tienen mayor riesgo de quemarse, y la mayoría de éstas son escaldaduras por líquidos calientes.

-      Los hombres tienen el doble de probabilidades de quemaduras que las mujeres.

     

Quemaduras en niños

Los bebés y los niños pequeños podrían tener una reacción más severa a una quemadura que un adulto. Una quemadura en un adulto podría provocar una pérdida menor de líquidos corporales, pero en los bebés o los niños pequeños, la misma extensión y profundidad de una quemadura podrían ocasionar una pérdida grave de líquidos.
La edad de un niño determina qué tan seguro debe ser su entorno, así como qué tanto requiere ser supervisado. En cada etapa de la vida del niño, esté alerta a riesgos de quemaduras y aplique las medidas de seguridad apropiadas. Debido a que la mayoría de las quemaduras ocurren en el hogar, las medidas simples de seguridad podrían prevenir accidentes y reducir las posibilidades de que alguien se queme. Vea la sección Prevención de este tema.
La mayoría de las quemaduras son accidentales. Cuando se quema un niño o un adulto vulnerable, es importante determinar cómo ocurrió la quemadura. Si la causa reportada de la quemadura no concuerda con el aspecto de la quemadura, se debe considerar el abuso. Las quemaduras autoinfligidas requerirán de tratamiento así como de una evaluación de la salud emocional de la persona.
La infección es una preocupación en todas las quemaduras. Esté alerta a señales de infección durante el proceso de sanación. El tratamiento en el hogar para una quemadura menor reducirá el riesgo de infección. Las quemadas profundas con ampollas abiertas son más susceptibles de infectarse y requieren tratamiento médico.