sábado, 25 de diciembre de 2010

Anemia



Es la disminución de los niveles de hemoglobina en sangre (proteína que se encuentra en glóbulos rojos y transporta oxígeno desde pulmones a todo el cuerpo a través de venas y arterias).

Es originada por una alimentación deficiente en hierro, ácido fólico y vitamina B12; y hemorragias o alteraciones en el funcionamiento de órganos, como el bazo (alojado atrás del estómago) o médula ósea (tejido de aspecto viscoso amarillento que se encuentra en el interior de los huesos), ambos encargados de producir y regenerar células sanguíneas.

Provoca cansancio, palidez en piel, dolor de cabeza, sensación de que falta el aire, pérdida de apetito y, en algunos casos, diarrea. Este padecimiento es más frecuente en niños y pone en riesgo su crecimiento y desarrollo cerebral.



Causas
Alimentación deficiente en hierro, vitamina B12 y ácido fólico, elementos necesarios para la formación de hemoglobina, glóbulos rojos y blancos, así como plaquetas.
Excesiva destrucción de glóbulos rojos debido a enfermedades como leucemia (cáncer de sangre) o envejecimiento de la médula ósea.
Mal funcionamiento del bazo.
Una falla en la actividad de la médula ósea puede destruir o disminuir la producción de célulassanguíneas. Se considera que lo anterior puede ser a causa de enfermedades autoinmunes (cuando el cuerpo reacciona contra sus propias células), quimioterapia, radioterapia, consumo de drogas o factores genéticos.
Hemorragias, por ejemplo, sangrados constantes de nariz; también las casionadas por hemorroides; úlceras; tumores en riñón, vejiga o aparato digestivo; menstruaciones abundantes y cirugías, entre otras.
Anorexia y bulimia (padecimiento en el que la persona vomita los alimentos).
Nerviosismo, ansiedad y estrés, pues son estados emocionales que provocan que el organismo consuma muchas reservas de vitaminas y minerales.
Embarazo, ya que el feto en desarrollo absorbe de su madre grandes cantidades de hierro, lo cual puede producirle eficiencia.

Síntomas
Fatiga.
Incapacidad para hacer esfuerzos.
Dolor de cabeza.
En ocasiones falta el aire.
Si la anemia es muy grave, puede presentarse un paro cardiaco.
Falta de memoria y dificultad para concentrarse.
Irritabilidad.
Pérdida de apetito.
En algunos casos diarrea o estreñimiento.
Palidez.
Sensación de frío.
Latidos del corazón irregulares.
Hemorragias nasales y de encías.
La falta de hierro tiene sus propios síntomas: la pica o antojo de comer elementos no alimenticios, como hielo, tierra, almidón o barro; inflamación de lengua, heridas en comisuras de la boca y deformaciones de uñas.
La deficiencia de vitamina B12 afecta al sistema nervioso y causa hormigueo en manos, pies y piernas, así como movimientos repentinos en músculos (tics).

Diagnóstico


La deficiencia de hierro, ácido fólico y vitamina B12, causante de anemia, puede normalizarse proporcionando esos elementos al paciente en forma de cápsulas y tabletas que se venden sin receta médica, aunque en algunos casos se requiere hacerlo a través de inyecciones.
Debe seguirse una dieta equilibrada que contenga alimentos de los diferentes grupos (proteínas, vitaminas, carbohidratos y lípidos).
Los niños también pueden recibir el aporte de los elementos antes citados, al consumir leches en polvo fortificadas.
Si se presenta diarrea, que normalmente no es infecciosa, puede controlarse con medicamentos de venta libre.
Si hay estreñimiento puede recurrirse a un laxante de venta sin receta.
Hay ocasiones en que aparece dolor de cabeza, el cual puede aliviarse con un analgésico de libre acceso.
La falta de memoria y concentración pueden mejorar al tomar medicamentos de venta libre indicados para incrementar la capacidad de atención, concentración y retención.
Para disminuir la fatiga puede recurrirse a productos que contengan ginseng.
Cuando hay heridas en comisuras de labios, se recomienda aplicar antisépticos para evitar una infección, también puede recurrirse a algunos geles que ayudan a cicatrizarlas.
Si la causa de la anemia es una hemorragia, es indispensable que un hematólogo detecte el origen y recomiende el tratamiento adecuado.
Cuando es ocasionada por trastornos en órganos como el bazo o médula ósea requiere terapia especial, que sólo un médico puede prescribir.Consumir alimentos ricos en hierro (mariscos, carnes, tuétano, cacahuates, vegetales de hojas verdes, harina de trigo integral, pan, leguminosas), vitamina B12 (leche, huevos, carne, pollo, pescado y algunas algas marinas) y ácido fólico (espinacas, fresas, hongos, lentejas). Este aporte puede apoyarse con complementos alimenticios y vitamínicos.
El consumo de vitamina C permite que el hierro que ingresa al organismo se absorba mejor. De forma natural se encuentra en naranja, limón, guayaba, lima, mandarina, melón y fresas. La ingesta de esta vitamina puede enriquecerse con complementos alimenticios.
Evitar la mala alimentación por falta de tiempo o por tratar de bajar de peso.
Evitar situaciones de estrés. En caso de que existan pueden ser controladas con tranquilizantes naturales e infusiones de hierbas.
Los bebés reciben aporte de hierro a través de la leche materna, el cual, de los cuatro meses en adelante debe ser complementado con otros alimentos, como el jugo de carne, leguminosas y hortalizas.

Tratamiento

Si una persona presenta los síntomas antes descritos, el médico realiza una historia clínica en donde se determina si hay enfermedades que ocasionen sangrados, como hemorroides, úlceras o tumores en el aparato digestivo.
En mujeres con menstruaciones abundantes puede sospecharse carencia de hierro y, muy probablemente, anemia.
A través de análisis de sangre se determinan las deficiencias en los niveles de hemoglobina, glóbulos rojos y blancos, plaquetas, hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
Se toman radiografías para verificar si el bazo presenta alteraciones.
Un análisis muy específico consiste en estudiar las células de la médula ósea para determinar si existe algún trastorno.

martes, 14 de diciembre de 2010

Menopausia

¿Qué es el climaterio y la menopausia?
El climaterio es el periodo de transición en la vida de una mujer que va, desde la etapa reproductiva, hasta la no reproductiva. En este tiempo, se presentan un conjunto de fenómenos que acompañan al cese de la función ovárica de la mujer. También se le denomina perimenopausia y abarca, aproximadamente, desde un año antes, hasta otro después de la menopausia. La función ovárica va cesando de una manera progresiva y paulatina, a la par que disminuye la producción de hormonas sexuales: estrógenos y progestágenos, y se pone de manifiesto por una serie de síntomas ligados a esa deficiencia hormonal. Estos síntomas son muy variables de unas mujeres a otras y afectan en mayor o menor grado su bienestar físico y psíquico.

Se denomina menopausia al cese permanente de la menstruación. Se considera que se ha producido la menopausia, cuando una mujer lleva 12 meses consecutivos sin menstruación, sin que haya una causa patológica que la haya producido. Actualmente, la edad media de presentación se establece en 48,5 años, con un intervalo normal de 4 años antes o después (es decir de los 44,5 a los 52,5 años).

En el ciclo menstrual de una mujer joven, se alternan los niveles de las hormonas sexuales, estrógenos y progestágenos, según el momento del ciclo, predominando los estrógenos tras la menstruación, hasta la ovulación, y los progestágenos en la segunda mitad del ciclo menstrual.

La menopausia natural es consecuencia del cese de la actividad del ovario, es progresivo, y produce una disminución de los niveles de hormonas sexuales en el organismo. Al comienzo, la disminución de los estrógenos da lugar a ciclos menstruales más cortos, y posteriormente, las modificaciones en los niveles hormonales hace que unos ciclos menstruales se acompañen de ovulación y otros no. Cuando los ciclos son anovulatorios, no se produce progesterona, por lo que predominan los estrógenos y pueden ocasionarse menstruaciones más largas y abundantes, lo que se conoce como hipermenorrea.

A medida que avanza el tiempo cesa la actividad de los ovarios y se instaura la menopausia.







¿Qué signos y síntomas se producen durante la menopausia?




Los síntomas relacionados directamente con la menopausia, como consecuencia del descenso de los estrógenos, son los sofocos y la sudoración (síntomas vasomotores), y la atrofia de la región genital y urinaria. Otros síntomas que se han asociado con este periodo de la vida de la mujer son la incontinencia urinaria, las infecciones urinarias repetidas, depresión, insomnio, pérdida de memoria, disminución del deseo sexual y dolores musculares, entre otros, aunque en la mayoría de ellos no existe una relación directa con la menopausia, y por tanto dependen de otros factores en cada mujer.

Existe una gran variabilidad en la frecuencia, intensidad y modo en que se presentan los síntomas en las mujeres menopáusicas.
Síntomas vasomotores. Las crisis vasomotoras, generalmente conocidas como sofocos o bochornos, son el síntoma más frecuente de la menopausia. Afectan a alrededor del 60-80% de las mujeres, sobre todo, en los 2 primeros años de la menopausia y pueden durar hasta unos 5 años después. Se caracterizan por un súbito enrojecimiento de la cara, cuello y pecho, con aumento de la temperatura y sudoración. La duración y frecuencia de los sofocos varía mucho de unas mujeres a otras.

Atrofia genitourinaria. Los síntomas que afectan al área urogenital y que se han relacionado con la menopausia son: síntomas vaginales (sequedad, prurito, dolor en el coito o sangrado postcoital) asociados a la atrofia vaginal, incontinencia urinaria e infecciones urinarias repetidas.

Aunque se ha relacionado con la menopausia, una gran variedad de síntomas psicológicos, como la depresión, los trastornos afectivos, la disminución del deseo sexual o la pérdida de memoria, en realidad se ha demostrado que se deben a otras causas.

Enfermedad cardiovascular. Las hormonas femeninas se ha demostrado que tienen un efecto protector del sistema cardiovascular, que desaparece con la menopausia, lo que aumenta el riesgo de hipertensión o infarto, entre otros.

Osteoporosis. Después de la menopausia hay una pérdida acelerada de la densidad de masa ósea, que se traduce en un aumento del riesgo de osteoporosis y, consecuentemente, del riesgo de fracturas.

Recomendaciones y tratamiento
Como hemos visto, el climaterio y la menopausia comprenden un periodo normal y fisiológico en la vida de la mujer que, por tanto, en general no requiere ningún tratamiento. Cuando los síntomas y la frecuencia e intensidad de los mismos afectan a la vida normal de una mujer, existen distintas posibilidades de tratamiento, según cada síntoma.

La utilización de las hormonas sexuales femeninas está siendo una de las posibilidades de tratamiento más utilizadas y que más discusión han generado por alguno de los riesgos y efectos secundarios que producen.

La terapia hormonal de estrógenos, con o sin gestágenos, es eficaz para el control de los síntomas vasomotores, reduciendo la frecuencia e intensidad de los sofocos. Los estrógenos, solos o asociados a gestágenos, han demostrado ser eficaces en el tratamiento de los síntomas vaginales, siendo mayor la eficacia y con menores riesgos y efectos secundarios, si se utilizan por vía vaginal en forma de cremas, supositorios, óvulos o anillos.

En el tratamiento de la incontinencia urinaria, la primera medida es la realización de ejercicios para fortalecer la musculatura pélvica, además de estudiar y, tratar si es el caso, otros problemas asociados, como es la existencia de infección urinaria. El tratamiento hormonal en la incontinencia urinaria es controvertido en este momento.

Todavía no se conoce con seguridad la relación de la menopausia con la infección urinaria repetida, aunque hay factores que se presentan en la menopausia y que pueden favorecerlas, como el adelgazamiento del epitelio urogenital y el aumento del pH vaginal.

Teniendo en cuenta la importancia de los riesgos y efectos secundarios asociados a la terapia hormonal, exige el estudio médico detallado, análisis de sangre y control ginecológico de mamas y útero, así como el seguimiento durante el tiempo de mantenimiento del tratamiento.

La identificación en algunos vegetales (legumbres, cereales, soja) de los llamados fitoestrógenos (por ejemplo la isoflavona) ha puesto de moda el consumo de estos productos con un potencial uso beneficioso en la menopausia, sin embargo, los estudios existentes no han podido demostrar científicamente la eficacia en el control de los síntomas de la menopausia.



Cuáles son los riesgos de la Terapia Hormonal?
La terapia hormonal sustitutiva, como todo tratamiento hormonal, tiene efectos secundarios, lo que ha generado gran controversia en los últimos años acerca de su uso. Los más importantes son:
El riesgo de Cáncer de mama. La mayoría de los estudios han encontrado un aumento de la incidencia de cáncer de mama en mujeres con tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia, durante más de 5 años. Las mujeres con tratamiento hormonal tienen, a los 5 años de tratamiento, 2 casos más de cáncer por cada 1000 mujeres, y 6 casos más por 1000 mujeres, si el tiempo de uso de la terapia hormonal es de 10 años. Este riesgo, prácticamente, desaparece a los 5 años de suspender el tratamiento.
Cáncer de endometrio (cáncer útero). Existe un aumento del riesgo de cáncer de endometrio en los casos de tratamientos con estrógenos, pero no se ha demostrado en los tratamientos que combinan estrógenos y progestágenos.
Litiasis Biliar (piedras en la vesícula biliar). Los estrógenos producen aumento de la concentración de colesterol en la bilis, y aumento del riesgo de litiasis biliar.
Tromboembolismo venoso.

Entre los efectos secundarios que puede producir la terapia hormonal en la menopausia está:
El sangrado, que depende del tipo de tratamiento hormonal, y que debe de controlarse según el tipo de tratamiento para ajustar las dosis y mantener su presentación cíclica.
Náuseas, cefaleas, dolores gástricos o en las mamas. Son síntomas relacionados con los estrógenos y que habitualmente mejoran al bajar su dosis.
Síndrome premenstrual (hinchazón abdominal, mastalgia...) antes del sangrado y que puede controlarse cambiando la pauta de tratamiento.
Depresión, nerviosismo. Están relacionados con la Progesterona. Se evitan con la disminución de las dosis o cambiando a Progesterona micronizada oral. Si la depresión persiste más de 12 meses, se pautará tratamiento antidepresivo o se considerará la supresión de la terapia hormonal.
Irritación cutánea en la zona de aplicación de los parches. Se puede evitar agitando el parche antes de colocarlo para que se evapore el alcohol, utilizar una crema de hidrocortisona en la zona de aplicación del parche o cambiando a tratamiento oral.
Aumento de peso. No existen evidencias que demuestren diferencias de peso entre las mujeres que utilizan la terapia hormonalcon respecto a placebo.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Verrugas





Son pequeños crecimientos en la piel usualmente indoloros causados por un virus y generalmente son inofensivas. Sin embargo, las verrugas pueden ser deformantes y causar vergüenza y ocasionalmente pican o duelen (particularmente en los pies).

Los diferentes tipos de verrugas abarcan:


Verrugas comunes: usualmente aparecen en las manos, pero pueden aparecer en cualquier otra parte.

Verrugas planas: generalmente se encuentran en la cara y la frente; con frecuencia se observan en niños, menos en adolescentes y rara vez en los adultos.


Verrugas subungueales y periungueales: aparecen por debajo o alrededor de las uñas de las manos o los pies.
Nombres alternativos
Verrugas planas juveniles; Verrugas periungueales; Verrugas subungueales; Verrugas plantares; Verrugas filiformes; Verruga vulgar
Causas, incidencia y factores de riesgo

La verruga típica es un crecimiento redondo u oval con una superficie áspera que se levanta sobre la piel y, en comparación con la piel normal circundante, las verrugas pueden tener apariencia clara, oscura o negra (muy rara). La mayoría de los adultos están familiarizados con la apariencia de una verruga típica y no tienen problema para reconocerla. Sin embargo, las verrugas inusuales con superficie lisa o las verrugas planas en los niños pueden ser más difíciles de reconocer por parte de los padres.

Las verrugas comunes tienden a no causar molestia, a menos que estén en áreas de fricción o presión repetitiva. Las verrugas plantares, por ejemplo, pueden volverse extremadamente dolorosas y la presencia de muchas de ellas en el pie puede causar dificultad para correr e incluso para caminar.

Las verrugas alrededor o bajo las uñas son mucho más difíciles de curar que las verrugas en cualquier otra parte.

Algunas verrugas desaparecen sin tratamiento, aunque algunas veces esto puede tomar hasta dos años. Ya sea que se traten o no, las verrugas que desaparecen a menudo reaparecen. Las verrugas genitales son muy contagiosas, mientras que las verrugas comunes, planas y plantares tienen mucha menos probabilidad de diseminarse de una persona a otra. Todas las verrugas se pueden diseminar de una parte del cuerpo a otra.

Con frecuencia, se busca tratamiento para las verrugas, debido a que las personas generalmente las consideran desagradables y hay un estigma social con respecto a ellas.
Síntomas

Existen signos de infección (líneas rojas, pus, secreción o fiebre) o sangrado. Las verrugas pueden sangrar un poco, pero si el sangrado es significativo o es difícil de detener con presión ligera, se debe acudir al médico.
Las verrugas no responden al cuidado personal y el paciente desea hacérselas extirpar.
Se presenta dolor asociado con la verruga.
Se presentan verrugas genitales o anales.
La persona tiene diabetes o un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, por VIH) y ha desarrollado verrugas.
Se presenta cualquier cambio en el color o en la apariencia de una verruga.
Prevención
Se recomienda evitar el contacto directo con la piel de alguien que tenga una verruga.
Después de limar la verruga, se recomienda lavar la lima cuidadosamente, ya que se puede diseminar el virus a otras partes del cuerpo.
Después de tocar cualquier verruga, la persona debe lavarse
muy bien las manos
Lesión cutánea o tumoración pequeña, plana o levantada y dura
Piel anormalmente clara u oscura alrededor de la lesión
Numerosas lesiones pequeñas, planas y lisas (del tamaño de la cabeza de un alfiler) en la frente, las mejillas, los brazos o las piernas
Lesiones rugosas, redondas u ovaladas en las plantas de los pies, que son planas o ligeramente levantadas y dolorosas al presionarlas
Crecimientos rugosos alrededor o por debajo de las uñas de los pies o las manos
Signos y exámenes

Las verrugas se pueden diagnosticar simplemente por su localización y apariencia. Es posible que el médico quiera tomar una biopsia de la verruga para confirmar que no se trate de un callo, una callosidad u otro crecimiento de apariencia similar.
Tratamiento

Los medicamentos de venta libre, que se aplican en las verrugas todos los días durante varias semanas, pueden ser efectivos para eliminarlas; sin embargo, dichos medicamentos NO SE DEBEN usar en la cara ni en los genitales. Ayuda el hecho de limar la verruga cuando está húmeda (por ejemplo, después de un baño o una ducha) antes de aplicar uno de estos medicamentos.

Existen cojines amortiguadores especiales en las droguerías para las verrugas plantares, los cuales ayudan a aliviar cualquier presión o dolor que provenga de éstas.

Se pueden necesitar medicamentos recetados más potentes para erradicar las verrugas persistentes. Es posible que se requiera la extirpación quirúrgica o la extirpación por congelamiento (
crioterapia), cauterización (electrocauterización) o el tratamiento con rayo láser.

De igual manera, el médico también puede considerar la inmunoterapia que se hace inyectando una sustancia para producir una reacción alérgica.

Una vacuna, llamada Gardasil, previene la infección contra las cepas de virus que a menudo causan las verrugas genitales y el cáncer cervical en las mujeres.

La persona NO DEBE tratar de remover la verruga por sí misma cortándola, quemándola, rompiéndola, arrancándola ni con cualquier otro método.
Expectativas (pronóstico)

Las verrugas generalmente son masas benignas que con frecuencia desaparecen en forma espontánea en un lapso de dos años. Pueden ser contagiosas, aunque es difícil que se presente su transmisión de persona a persona. Asimismo, pueden ser desagradables o producir incomodidad, especialmente en los pies.
Complicaciones
Diseminación de las verrugas
Recurrencia de las verrugas que desaparecen
Formación de una pequeña cicatriz si se extirpa la verruga
Formación de
queloides después de la extirpación de la verruga
Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe acudir al médico si:
Verrugas genitales - Condiloma: usualmente se encuentran en los órganos genitales, en el área púbica y en el área entre Verrugas los muslos, pero pueden aparecer dentro de la vagina y el canal anal.
plantares: se encuentran en las plantas de los pies.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Neumonias



Es una infección del pulmón caracterizada por la multiplicación de microorganismos en el interior de los alvéolos, lo que provoca una inflamación con daño pulmonar. La reacción inflamatoria produce una ocupación de los alvéolos que puede visualizarse en una radiografía de tórax.

Causas

Las neumonías ocurren cuando un germen infeccioso invade el tejido pulmonar. Estos gérmenes pueden llegar al pulmón por tres vías distintas: por aspiración desde la nariz o la faringe, por inhalación o por vía sanguínea.

Las vías respiratorias tienen mecanismos de defensa que evitan que lleguen bacterias al pulmón, como son la tos, la presencia de células con cilios, y células y sustancias especialmente diseñadas para la inmunidad, los linfocitos, neutrófilos, macrófagos y anticuerpos. Estas defensas pueden debilitarse por determinadas circunstancias y facilitar así que los gérmenes alcancen el pulmón y produzcan infecciones.

Algunos procesos que producen estas alteraciones de los mecanismos de defensa son el consumo de tabaco, las enfermedades pulmonares crónicas, el alcoholismo, la desnutrición, la diabetes, los problemas crónicos renales o hepáticos, las alteraciones de nivel de consciencia y otras deficiencias de inmunidad.

Finalmente, algunos gérmenes pueden provenir de otra región del organismo y alcanzar el pulmón a través de la circulación sanguínea.



Síntomas de Neumonía


Los síntomas de las neumonías son variables, sin que ello tenga siempre relación con el tipo de germen causante de la neumonía. Algunos casos debutan como neumonía típica, que consiste en la aparición en varias horas o entre 2 y 3 días de tos con expectoración purulenta o herrumbrosa, en ocasiones con sangre, con dolor torácico y fiebre con escalofríos.

Otras neumonías, llamadas atípicas, producen síntomas más graduales con décimas de fiebre, malestar general, dolores musculares y articulares, cansancio y dolor de cabeza. La tos es seca, sin expectoración, y el dolor torácico es menos intenso.

La mayoría de las nemonías tienen características de ambos grupos. Si la neumonía es extensa o hay enfermedad pulmonar o cardíaca previa puede aparecer dificultad respiratoria. Además, si los gérmenes pasan a la circulación sanguínea producen una bacteriemia que puede conducir a un shock séptico, con riesgo para la vida.



Prevención



Hay pocas medidas para evitar la aparición de una neumonía. En raras ocasiones se adquiere por un contagio de otra persona y las más frecuentes se originan por gérmenes que habitan en nuestras vías respiratorias. Puesto que muchas de las neumonías comienzan tras un proceso viral o gripal, la vacunación anual antigripal es recomendable las personas que pertenecen a grupos de riesgo. Asimismo la vacuna antineumocócica evita la aparición de neumonías con bacteriemia causadas por neumococo.

Las personas que padecen asma, bronquitis crónica o bronquioectasias, deben iniciar tratamiento antibiótico precoz cuando aparecen síntomas de infección respiratoria. Sin embargo, esto no justifica la utilización de antibióticos de manera indiscriminada porque la mayoría de las infecciones respiratorias de vías altas son causadas por virus que no precisan ni mejoran con tratamiento antibiótico





Tipos de Neumonía

· Neumonía neumocócica

Es la causa identificable más frecuente de neumonía bacteriana y causa dos terceras partes de las neumonías bacteriémicas extrahospitalarias. Suele ser esporádica, se produce sobre todo en invierno y afecta con más frecuencia a pacientes de edades extremas.

o Síntomas

Suele venir precedida por una infección de las vías respiratorias altas. Su comienzo suele ser abrupto, con un único escalofrío; la presencia de escalofríos persistenetes debe sugerir otro diagnóstico. Los hallazgos de la exploración física varían en función del carácter del proceso y del estadio en el que se evalúa al paciente. Entre las complicaciones graves y potencialmente mortales destaca la neumonía progresiva, en ocasiones asociada con un síndrome de distrés respiratorio del adulto y/o shock séptico.

o Diagnóstico

Se debe sospechar una neumonía neumocócica en cualquier paciente con una enfermedad febril asociada con dolor torácico, disnea y tos. El diagnóstico de presunción se basa en la historia, la radiografía de tórax, el cultivo y el Gram de las muestras apropiadas o la reacción de impregnación.

o Tratamiento

Un 25 por ciento de las cepas S. pneumoniae son resistentes a la penicilina. Los fármacos alternativos con eficacia demostrada incluyen las cefalosporinas, la eritromicina y la clindamicina.

En los pacientes con empiema, el tratamiento debe incluir el drenaje adecuado y la antibioterapia. Las medidas de sostén incluyen el reposo en cama, los líquidos y los analgésicos para el dolor pleurítico. La radiología de control se suele aconsejar en pacientes mayores de 35 años, pero la resolución del infiltrado radiológico puede tardar varias semanas, sobre todo cuando la enfermedad es grave, existe bacteriemia o una neumopatía crónica previa.
· Neumonía estafilocócica
El Staphylococcus aureus es una bacteria que se encuentra en la piel y en las fosas nasales de las personas sanas. Causa gran

variedad de infecciones menores de la piel (forúnculos, ampollas, vesículas, abscesos) o procesos más graves, como neumonía, meningitis, endocarditis, síndrome del shock tóxico (SST) y sepsis.

o Síntomas

Suelen ser parecidos a los de la neumonía neumocócica. Los rasgos diferenciales son escalofríos recidivantes, necrosis tisular con formación de abscesos, neumatoceles y un curso fulminante con postración marcada. El empidema se produce con relativa frecuencia.

o Diagnóstico

El diagnóstico se sospecha en los pacientes analizando el esputo y se establece mediante recuperación de S. aureus en los hemocultivos, el líquido de empiema o los aspirados transtraqueales o transtorácicos. Son poco frecuentes los cultivos falsos negativos para estafilococos. El patrón radiológico más frecuente es una bronconeumonía, con formación de abscesos o derrame pleural o sin é, siendo poco frecuente la consolidación lobar.

o Tratamiento

La mayoría de las cepas de S. aureus producen penicilinasa y cada vez aumenta más la resistencia a meticilina. El tratamiento recomendado es una penicilina resistente a penicilinasa. La alternativa principal es una cefalosporina, a ser posible cefalotina o cefamandol. La clindamicina es activa contra el 90 por ciento de las cepas.
· Neumonía causada por bacilos gramnegativos

Son poco frecuentes en los huéspedes sanos y se suelen producir en lactantes, ancianos, alcohólicos y pacientes inmunosuprimidos o debilitados, sobre todo los que tienen neutropenia. El mecanismo fisiopatológico habitual es la colonización de la orofaringe, seguida de la microaspiración de las secreciones de la vía aérea alta. Los bacilos gramnegativos colonizan las vías respiratorias altas en los pacientes con enfermedades graves y con frecuencia existe una correlación directa con la gravedad de la misma.

o Síntomas

La mayoría de los pacientes muestran una bronconeumonía similar a otras infecciones bacterianas, salvo por su mayor mortalidad.

o Diagnóstico

Se debe sospechar la infección por bacilos gramnegativos cuando exista neutropenia o la infección sea hospitalaria. La tinción de Gram en esputo suele mostrar numerosos bacilos gramnegativos; sin embargo, resulta imposible distinguir las distintas especies y géneros en función de sus características morfológicas. Los cultivos de esputo suelen demostrar el patógeno; el principal problema lo representan los falsos positivos en cultivo debido al crecimiento de los gérmenes que colonizan las vías aéreas altas.

o Tratamiento

La mayor parte de las infecciones producidas por P. aeruginosa se tratran con un aminoglucósido combinado con una penicilina antiseudomona, ceftazidima o cefoperazona, elegidas en función de las pruebas de sensibilidad in vitro. Estas pautas de tratamiento exigen modificaciones cuando se sospechan múltiples gérmenes. Los regímenes óptimos de tratamiento también exigen estudios de sinergia in vitro.
· Neumonía causada por Haemophilus influenzae
Es una causa relativamente frecuente de neumonía bacteriana. Las cepas que contiene la cápsula de polisacáridos tipo b son las más virulentas y las que con más probabilidad producen enfermedades

graves, incluidas la meningitis, la epiglotitis y la neumonía

bacteriana.

o Síntomas

La mayor parte de los casos están precedidos por una coriza y se observan derrames pleurales precoces hasta en un 50 por ciento. No se producen con frecuencia bacteriemia ni empiema. La mayor parte de los adultos desarrollan infecciones por cepas no encapsuladas, en forma de una bronconeumonía parecida a otras infecciones bacterianas.

o Diagnóstico

La tinción de Gram del esputo muestra numerosos cocobacilos pequeños y negativos con la tinción; este germen resulta relativamente exigente y coloniza con frecuencia las vías aéreas altas, por lo que son frecuentes los falsos positivos y los falsos negativos en cultivo.

o Tratamiento

La profilaxis con la vacuna conjugada de H. influenzae tipo b se aconseja en todos los niños y se administra en tres dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad.El tratamiento preferido es trimetoprima-sulfametoxazol. Los alternativos son amoxicilina, fluoroquinolonas y la azitromicina.
· Legionelosis
La neumonía por legionella se puede producir en cualquier etapa de la vida, aunque la mayor parte de los pacientes son varones de mediana edad. Entre los factores de riesgo destacan el tabaco, el

abuso de alcohol y la inmunosupresión, sobre todo por esteroides.

o Síntomas

La mayor parte de los pacientes tienen una fase prodrómica parecida a una gripe, con malestar, fiebre, cefalea y mialgias; desarrollan una tos no productiva en fases iniciales, que posteriormente produce un esputo mucoide. Una característica típica es la fiebre alta, en ocasiones con una bradicardia relativa y diarrea. En menos casos se producen alteraciones del estado mental con confusión, letargo o delirio.

o Diagnóstico

Existen cuatro métodos diagnósticos para detectar las especies de Legionella: el cultivo del organismo, la tinción directa con anticuerpos fluorescentes en el exudado, la serología con estudio de anticuerpos con fluorescencia indirecta y los estudios de antígenos urinarios. Todos son bastante específicos, pero ninguno resulta especialmente sensible.

o Tratamiento

La eritromicina es el fármaco habitual. Algunos especialistas prefieren el ciprofloxacino o la azitromicina. Los pacientes muy graves deben recibir eritromicina con rifampicina. Se debe mantener el tratamiento al menos durante tres semanas para evitar recaídas.
· Neumonía por Mycoplasma
Mycoplasma pneumoniae se propaga de forma lenta, y por el contacto íntimo en escuelas, en cuarteles y en las familias.



o Sintomas

Los iniciales recuerdan a una gripe, con malestar, dolor de garganta y tos seca, cuya gravedad aumenta cuando progresa la enfermedad. Los síntomas agudos suelen persistir entre una o dos semanas y después se produce una recuperación gradual. Sin embargo, algunos pacientes presentan una neumonía grave que en ocasiones determina un síndrome de distrés respiratorio del adulto. Las complicaciones extrapulmonares son frecuentes e influyen la anemia hemolítica, las complicaciones tromboembólicas, la poliartritis o los síndromes neurológicos, como meningoencefalitis, mielitis transversa, neuropatías periféricas o ataxia cerebelosa.

o Diagnósticos

La tinción de Gram del esputo demuestra presencia de escasas bacterias, una mezcla de polinucleares neutrófilos y células mononucleares y acúmulos de celulas epiteliales respiratorias descamadas. Los cambios radiológicos varían, pero el más frecuente es una bronconeumonía parcheada en los lóbulos inferiores. El método más práctico para confirmar el diagnóstico son las pruebas serológicas.

o Tratamiento

Casi todos los pacientes se recuperan con tratamiento o sin él. Los fármacos de elección son la tetraciclina, la eritromicina, la claritromicina y la azitromicina. La antibioterapia reduce la duración de la fiebre y los infiltrados pulmonares aceleran la recuperación de los síntomas. Sin embargo, los antibióticos no producen la curación bacteriana, de forma que los pacientes siguen portando la bacteria varias semanas.
· Neumonía por Chlamydia
Se ha encontrado Chlamydia pneumoniae en cerca del 10 por ciento de los adultos mayores con neumonía extrahospitalaria y

suele producir una enfermedad lo bastante grave como para requerir hospitalización. Este organismo también está implicado en entre el 5 y el 10 por ciento de los casos de neumonía nosocomial,

pero se sabe relativamente poco acerca de su epidemiología.

o Síntomas

Los síntomas de la neumonía por Chlamydia se parecen a los causados por Mycoplasma, incluida la faringitis, la bronquitis y la neumonitis, principalmente en niños mayores y adultos jóvenes. La mayor parte de los pacientes presentan tos, fiebre y producción de esputo. No es posible distinguir clínicamente la neumonía por Chlamydia de las debidas a otros microorganismos en pacientes ancianos, salvo porque casi todos presentan síntomas de vía respiratoria alta, como laringitis o faringitis.

o Diagnósticos

Se puede detectar mediante cultivos en huevos embrionarios utilizando tinciones directas con inmunofluorescencia o una reacción en cadena de la polimerasa o realizar pruebas serológicas seriadas para detectar la seroconversión. Sin embargo, estas pruebas no suelen realizarse en la mayor parte de los laboratorios clínicos.

o Tratamiento

Los fármacos de elección son la tetraciclina o la eritromicina, administrada de 10 a 21 días.
· Psitacosis
Suele asociarse a la inhalación de polvo de las plumas o

excrementos de los pájaros infectados o al ser mordido. La

transmisión de hombre a hombre se puede asociar con cepas altamente virulentas.

o Síntomas

Tras un periodo de incubación de 1 a 3 semanas, el inicio puede ser insidioso o abrupto, con fiebre, escalofríos, malestar general y anorexia. La temperatura va en aumentando de forma gradual y aparece tos, seca en principio, pero a veces mucopurulenta. Durante la segunda semana se puede producir una neumonía con consolidación franca y una infección pulmonar purulenta secundaria. El curso puede ser leve o grave, en función de la edad del paciente y de la extensión de la neumonía. Un aumento progresivo e importante en el pulso y en la frecuencia respiratoria se puede considerar ominoso. La mortalidad alcanza el 30 por ciento en los casos graves no tratados y tasas incluso superiores cuando las cepas son virulentas.

o Diagnóstico

Inicialmente se puede confundir con la gripe, la fiebre tifoidea, la neumonía por Mycoplasma o la legionelosis. Se debe sospechar psitacosis si existen antecedentes de contacto con pájaros y se confirma mediante la identificación del agente o por pruebas serológicas de fijación del complemento.

o Tratamiento

Son eficaces la tetracilina o la doxiciclina. La fiebre y otros síntomas se suelen controlar en 48 a 72 horas, pero es preciso mantener el tratamiento antibiótico al menos durante 10 días.
· Neumonía vírica
Los virus invaden el epitelio bronquiolar, produciendo una bronquitis; la infección se puede extender hacia el intersticio pulmonar y los alvéolos, originando una neumonía.

o Síntomas

Las infecciones víricas de las vías aéreas inferiores producen bronquitis, bronquiolitis y neumonía. La mayoría de los pacientes refieren cefalea, fiebre, mialgias y tos, que suelen asociarse con la producción de esputo mucopurulento.

o Diagnóstico

Los hallazgos más frecuentes en la radiografía de tórax son una neumonía intersticial o engrosamiento peribronquial. El diagnóstico es apoyado por la identificación de escasas bacterias con predominio de los monocitos en el esputo y por la imposibilidad de recuperar un patógeno bacteriano responsable. Las neumonías que complican las infecciones víricas exantemáticas pueden ser diagnósticadas mediante los hallazgos clínicos acompañantes, incluidos los exantemas.

o Tratamiento

Se recomienda administrar aciclovir para las infecciones pulmonares por virus herpes simple, herpes zóster o varicela. La neumonía por citomegalovirus (CMV) se puede tratar con ganciclovir en receptores de trasplantes de órganos, aunque no se ha demostrado la eficacia de este tratamiento en los pacientes con sida. Algunos pacientes desarrollan infecciones bacterianas que obligan al tratamiento antibiótico.
· Neumonía causada por Pneumocystis carinii

P. carinii, es considerado un hongo en vez de un protozoo, produce enfermedad sólo cuando las defensas del paciente están alteradas, sobre todo cuando se altera la inmunidad mediada por células,

como en los tumores hematológicos, los procesos linfoproliferativos, la quimioterapia por cáncer y el sida.



o Síntomas

La mayor parte de los pacientes tienen fiebre, disnea y una tos seca y no productiva que puede evolucionar de forma subaguda en semanas o agudamente en días.

o Diagnósticos

La radiografía de tórax muestra de forma característica infiltrados difusos bilaterales, aunque en el 20 por ciento de los casos es normal. La gasometría muestra hipoxemia, con un aumento del gradiente alvéolo-arterial de oxígeno y las pruebas de función pulmonar muestran alteraciones en la capacidad de difusión.El diagnóstico exige la demostración histiológica del organismo con tinción metenamina argéntica, Giemsa, Wright-Giemsa, Grocott modificada, Weigert-Gram o anticuerpos monoclonales.

o Tratamiento

El fármaco de elección es trimetoprima-sulfametoxazol. No hay que retrasar el comienzo del tratamiento por miedo a dificultar el diagnóstico, ya que los quistes persisten durante semanas. Los principales efectos secundarios son exantemas cutáneos, neutropenia y fiebre. Los regímenes alternativos incluyen pentamidina, atovacuona o clindamicina. Todos los tratamientos deben durar al menos 21 días



Diagnósticos





Ante la sospecha de padecer neumonía, por sus síntomas y la exploración física, se ha de realizar una radiografía de tórax para confirmar el diagnóstico. Una vez diagnosticada debe empezarse el tratamiento con la menor brevedad posible

lunes, 22 de noviembre de 2010

Otitis



¿Qué es?


La otitis media es la inflamación de los espacios del oído medio independientemente de cuál sea la patogenia. La otitis media, como cualquier otro proceso dinámico, se puede clasificar de acuerdo con la secuencia temporal de la enfermedad en aguda (duración de los síntomas entre 0 y 3 semanas), subaguda (de 3 a 12 semanas), crónica (más de 12 semanas). Asimismo dependiendo de la evolución de la otitis media, ésta puede presentar una efusión de líquido (otitis media seromucosa) en el oído medio que puede ser de tipo seroso (fluido, parecido al agua), mucoso (viscoso, parecido al moco) o purulento (pus).


Causas


La causa más importante de la otitis media es la disfunción tubárica o el mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio, que es el conducto que comunica el oído medio con la rinofaringe. Otras posibles causas son la infección de la vía respiratoria alta,
problemas alérgicos y trastornos de la función ciliar del epitelio respiratorio de la vía respiratoria alta. El deficiente funcionamiento de la trompa de Eustaquio muchas veces está relacionado con su obstrucción, que puede ser por motivos intrínsecos o extrínsecos. Habitualmente los motivos intrínsecos se deben a la inflamación de la mucosa de la trompa de Eustaquio por un problema infeccioso o alérgico. La obstrucción extrínseca, habitualmente de causa mecánica, es producida por una hipertrofia adenoidea (vegetaciones).

Los gérmenes que se detectan con más frecuencia en la otitis media aguda, son el Streptococcus pneumoniae, el Haemophylus influenzae y con menor frecuencia la Bramanella catarralis, el Streptococcus del grupo A y el Staphylococcus aureus. Además de las bacterias, también juegan un papel muy importante en la patogenia de la otitis media aguda los virus, siendo los más frecuentemente implicados el virus respiratorio sincitial, el virus influenzae, el virus parainfluenzae, adenovirus, rinovirus y enterovirus




Síntomas de Otitis


En la forma aguda de la enfermedad existe dolor de oído (otalgia), fiebre, tinnitus e irritabilidad. Con menos frecuencia se puede presentar otorrea (supuración), vértigo y más raramente parálisis facial. En la otitis media crónica con efusión, la pérdida de audición puede ser el único síntoma.

La otitis media es una de las enfermedades más frecuentes de la infancia y una de las causas de pérdida de audición en los niños. Aproximadamente el 70% de los niños han tenido algún episodio de otitis media. La otitis media afecta a todos los grupos de edad pero es más frecuente en el período de edad comprendido entre los 0 y los 7 años. A partir de esta edad la incidencia disminuye.

Desde el punto de vista epidemiológico se han descrito distintos factores relacionados con una mayor incidencia de otitis media durante los meses de otoño e invierno. Asimismo, es más frecuente en los niños que acuden a centros escolares o que presentan alteraciones anatómicas en el área rinofaríngea como el paladar hendido o que padecen inmunodeficiencias congénitas adquiridas





Tipos de Otitis



· Otitis media aguda : Su causa más frecuente es el germen Streptococcus pneumoniae. Otros gérmenes que pueden estar implicados son: Haemophilus influenza, Moraxella catarrhalis. Se precede normalmente de una infección de vías aéreas altas durante varios días. Aparece súbitamente otalgia con fiebre, malestar general y pérdida de audición. En lactantes los síntomas se pueden ver limitados a irritabilidad,
diarrea, vómitos o malestar general. El empleo de bastoncillos de uso domiciliario o instrumentos como agujas romas empujan con frecuencia la cara más al interior del conducto auditivo además de aumentar la posibilidad de traumatismo. Puede ser útil irrigar suavemente con suero con una jeringa el conducto auditivo y el empleo de productos de reblandecimiento del cerumen. El tratamiento consta de antibióticos por vía oral. De elección la Amoxicilina. En niños que han sido tratados recientemente con Amoxicilina o que viven en áreas con una incidencia elevada de resistencias producidas por betalactamasas sería de elección el amoxicilina clavulánico o una cefalosporina de segunda generación.

· Otitis media supurada : La supuración o la salida de contenido líquido por el conducto auditivo externo (otorrea) nos indica que existe una perforación timpánica. El tímpano se rompe de manera espontánea normalmente durante un episodio de otitis media aguda. Además muchas perforaciones temporales se realizan como tratamiento quirúrgico de las otitis medias agudas recidivantes o con derrame. Alrededor de dos tercios de los niños presentan otorrea en una o varias ocasiones mientras los tubos continúan funcionando. Los microorganismos que se identifican con más frecuencia en los cultivos de las secreciones del oído, y que se identifican como causa de la infección, son: S.pneumoniae, H.influenzae y M.catarrhalis. La presencia de S.pyogenes, sin aplicar un tratamiento al respecto, se ha asociado con perforaciones agudas espontáneas del tímpano. El tratamiento antimicrobiano suele ser el mismo que el de la otitis media aguda no supurada. Sin embargo, cuando existe una secreción ótica, puede ser interesante la obtención de un cultivo de la misma en vistas a ajustar el tratamiento de acuerdo a los resultados del estudio de la muestra y del antibiograma. Las gotas óticas podrían ser útiles ya que el tratamiento tópico permite tratar o prevenir la infección del conducto auditivo externo (CAE) y aceleran la resolución de las infecciones del oído medio. Además pueden impedir que las bacterias del CAE (Pseudomonas, estafilococos...) entren en oído medio y provoquen una infección crónica. La cicatrización tiene lugar una vez cesa la supuración, pero la perforación puede mantenerse abierta después de un episodio de otitis media aguda. La perforación sin cicatrización y sin signos de otitis media durante meses nos hace sospechar una perforación crónica y posiblemente permanente. En este caso el tratamiento es complicado y polémico ya que por un lado la perforación ofrece una buena ventilación del oído medio, pero por otro, hace desaparecer la capa protectora del oído medio pudiendo dar paso a secreciones desde nasofaringe u oído externo y con ello dar lugar a nuevas infecciones. El consejo terapeútico suele ser el de no operar a aquellos niños menores de 5 años ya que son los que más se beneficiarían de una buena aireación del oído medio. La cirugía reparadora (timpanoplastia) se aconseja a los niños mayores de 5 años para aportarles una buena amortiguación del aire del oído medio.

Por otro lado, se ha observado que la incidencia es menor en aquellos niños que reciben lactancia materna.


Diagnósticos
La historia clínica cuidadosa y el examen y la exploración otoscópica habitualmente son suficientes para el diagnóstico de la otitis media en la mayoría de los casos. Es preciso realizar una exploración completa de cabeza y cuello para identificar factores que predispongan a padecer ese tipo de problema, tal como trastornos cráneo-faciales, obstrucción nasal, defectos de paladar o hipertrofia adenoidea. En paciente con otitis media unilateral, es preciso examinar la rinofaringe.

La exploración otoscópica es la exploración más importante para el diagnóstico de la otitis media. Asimismo, la realización de una otoscopia neumática puede ser esencial para precisar y determinar la movilidad de la membrana timpánica. Cuando existe una otitis media crónica con efusión pueden verse los niveles de aire y burbujas en el oído medio.

La otitis media aguda generalmente se presenta con una membrana timpánica enrojecida, abombada, con escasa o nula movilidad. Cuando la membrana timpánica se perfora, conlleva habitualmente la aparición de otorrea (supuración).

Otra exploración habitual que se realiza es la timpanometría que ayuda en ocasiones a confirmar los hallazgos en la otoscopia u otoscopia neumática. Esta prueba permite objetivar el estado de la membrana timpánica y la movilidad de la cadena osicular. En ocasiones se realizará ante una otitis media aguda, una miringotomía o timpanocentesis (incisión en la membrana timpánica) para confirmar el diagnóstico y obtener material para cultivo y permitir además el drenaje del contenido purulento a presión en el oído medio. El examen audiométrico (audiometría) puede ser útil para confirmar y establecer el nivel de pérdida auditiva que conlleva sobre todo la otitis media crónica con efusión.

Tratamientos


El tratamiento habitual de otitis media aguda se realiza con antibióticos durante diez o catorce días, teniendo como referencia los gérmenes que habitualmente son los responsables de dichos procesos. Habitualmente, con el tratamiento antibiótico la sintomatología mejora significativamente en 48 horas. Sin embargo, si existe efusión en el oído medio ésta puede persistir durante varias semanas. Al tratamiento antibiótico en ocasiones se asocian descongestionantes nasales y mucolíticos.

Cuando los episodios de otitis media aguda son muy frecuentes y se sospecha que exista fuentes de infección como una adenoiditis crónica, sinusitis crónica, inmadurez inmunológica, deben valorarse esos procesos y establecer un tratamiento lo más específico posible.

En muchos casos, sobre todo en niños, en los que se presentan episodios repetidos de otitis media junto con síntomas de adenoiditis e hipertrofia adenoidea, se ha de realizar la extirpación del tejido adenoideo hipertrófico y la colocación de tubitos de drenaje transtimpánico previa realización de miringotomía y aspiración del líquido o efusión localizado en el oído medio

martes, 16 de noviembre de 2010

Leucemia





¿Qué es?


Cuando las células sanguíneas inmaduras (los blastos) proliferan, es decir, se reproducen de manera incontrolada en la médula ósea y se acumulan tanto ahí como en la sangre, logran reemplazar a las células normales. A esta proliferación incontrolada se le denomina
leucemia



Causas


La causa de la
leucemia se desconoce en la mayoría de los casos. Sin embargo, está demostrado que no es un padecimiento hereditario o contagioso. La mayor parte de las veces se presenta en niños previamente sanos. Por tratarse de una proliferación de células inmaduras y anormales en la sangre, a la leucemia se le considera un "cáncer de la sangre


Síntomas de Leucemia


Los primeros síntomas son cansancio, falta de apetito o fiebre intermitente. A medida que la afección avanza aparece dolor en los huesos, como resultado de la multiplicación de las células leucémicas en el sistema óseo. También aparece anemia, cuyas características son palidez, cansancio y poca tolerancia al ejercicio, fruto de la disminución de glóbulos rojos.

Asimismo, la reducción del número de plaquetas provoca hemorragias esporádicas y la aparición de manchas en la piel (petequias) o grandes hematomas, a consecuencia de hemorragia causada por golpes leves. Además, pueden presentarse hemorragias a través de nariz, boca o recto. Una de las hemorragias más graves es la que se presenta a nivel cerebro, la cual puede ocurrir si el número de plaquetas desciende en forma severa. Otra posible consecuencia es la baja en el número de glóbulos blancos (leucocitos), situación que repercute en las defensas del niño contra las infecciones.

Tipos de Leucemia


Existen cuatro tipos principales de
leucemia, denominados en función de la velocidad de progresión y del tipo de glóbulo blanco al que afectan. Las leucemias agudas progresan rápidamente; las leucemias crónicas se desarrollan de forma lenta. Las leucemias linfáticas afectan a los linfocitos; las leucemias mieloides (mielocíticas) afectan a los mielocitos. Los mielocitos se transforman en granulocitos, otra manera de denominar a los neutrófilos


Diagnósticos


Es difícil lograr el diagnóstico de la
leucemia cuando ésta inicia, ya que sus primeros síntomas son parecidos a los de otras enfermedades típicas de la niñez. Estos síntomas son: cansancio, falta de apetito o fiebre intermitente. Es debido a esta situación que los padres suelen culparse por la demora en el diagnóstico, cuando incluso para el médico resulta complicado reconocer esta situación en su primera etapa


Tratamientos


El tratamiento recomendado en este tipo de padecimiento es la quimioterapia. En ésta se emplean diversos medicamentos especiales destinados a destruir las células leucémicas. Dicho tratamiento tiene tres fases: la de inducción a la remisión, la de consolidación y la de mantenimiento. En la fase de inducción a la remisión, cuya duración es de cuatro a cinco semanas, se intenta destruir la mayor cantidad de células malignas. Cuando ocurre la remisión, es decir el control temporal de la afección, el niño suele lucir normal, ya que los síntomas de la
leucemia desaparecen. En ciertas ocasiones la remisión es apenas parcial, por esta razón algunos síntomas no desaparecen del todo. Sólo un pequeño porcentaje de los parientes no logra entrar en remisión. La fase de consolidación dura de dos a tres semanas, mientras que la de mantenimiento debe llevarse a cabo hasta completar tres años de tratamiento.

martes, 9 de noviembre de 2010

Varices





Las varices o venas varicosas son venas hinchadas a causa de una acumulación anormal de sangre producida por una debilidad, a menudo heredada, en las paredes de las venas superficiales. Esta debilidad hace que las venas se estiren y se dilaten, de manera que la sangre se acumula fácilmente cuando una persona permanece de pie durante mucho tiempo. Este proceso se da habitualmente en las venas de las piernas y las mujeres son más propensas a padecerlo.





Causas


Entre las principales causas de la aparición de varices destacan tres. En primer lugar, y si se trata de varices primarias, están las válvulas congénitamente defectuosas. Las válvulas son responsables de hacer circular la sangre hacia el corazón, por lo que si no funcionan correctamente la sangre se acumula en la vena provocando su hinchazón.

La tromboflebitis provoca el mismo efecto. En este caso, son trombos, o lo que es lo mismo, coágulos, dificultan la circulación. Esta situación puede darse, por ejemplo, tras prolongados periodos de reposo en cama. Y, por último, la tercera causa más probable para la aparición de varices es el embarazo. Por suerte, las varices que aparecen durante el período de gestación son secundarias y tienden a desaparecer entre 2 y 3 semanas después del parto





Síntomas


Entre los signos más comunes está la propia apariencia estética y el dolor, lo que se manifiesta en:

· Venas agrandadas

· Hinchazón del tobillo

· Molestias en las piernas

· Y picores en la parte inferior de la pierna y el tobillo que pueden derivar en rasguños y hemorragias.

Es importante destacar que, en ocasiones, los síntomas son peores cuando las varices se están desarrollando que cuando ya están formadas. Por otra parte, algunas personas desarrollan complicaciones como dermatitis, flebitis o úlceras.





Diagnósticos


Detectar la aparición de varices es una tarea sencilla puesto que éstas se aprecian a simple vista, pero los síntomas pueden aparecer antes de que las varices sean visibles. De ser así, su médico puede palparle la pierna para determinar la naturaleza del trastorno. Y si de lo que se trata es de evaluar el flujo sanguíneo, algunos médicos optan por realizar radiografías o ecografías dúplex de la extremidad.





Tratamientos


El tratamiento de las varices está enfocado a aliviar los síntomas y evitar que el trastorno vaya a más puesto que, en principio, no tienen cura. En este sentido, se recomienda al paciente que evite permanecer de pie durante mucho tiempo, (especialmente en el caso de personas con antecedentes familiares del mismo tipo), trate de elevar las piernas cuando descanse o duerma y que use calcetines elásticos. Éstos comprimen las venas, impidiendo que se produzcan estiramientos o heridas.

Es posible recurrir a la cirugía, con objeto de extraer la mayor cantidad posible de venas varicosas. El principal inconveniente es que el procedimiento deja cicatrices, además de no eliminar la tendencia a desarrollar nuevas varices. La escleroterapia o terapia con inyecciones es una alternativa al quirófano, que consiste en inyectar una solución que produce un tipo inocuo de flebitis. En teoría, la cicatrización del trombo obstruye la vena aunque si esto no sucede y el trombo se disuelve la variz puede reabrirse.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Lupus





El lupus es una enfermedad reumática sistémica y crónica, es decir, además de afectar a las articulaciones y a los músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos. Su base es autoinmune puesto que se produce por la formación de anticuerpos. La evolución de la enfermedad se desarrolla en fases de brote y otras en los que los efectos de la enfermedad remiten. Asimismo, hay lupus muy severos y otros no tan graves como los que se manifiestan con afecciones en la piel. Esta patología afecta principalmente a las mujeres y en una época de la vida en la que se es fértil (entre 20 y 40 años). Se han descrito además casos en niños y ancianos


La causa es desconocida. Sin embargo, al tratarse de una enfermedad autoinmune hay distintos factores que pueden influir en el sistema inmunológico y provocar lupus. Se han barajado varias hipótesis, entre ellas la genética y el ambiente. La exposición a la luz solar también podría ser un factor liberador de la patología. De hecho, muchos individuos con lupus tienen fotosensibilidad a los rayos ultravioletas. Asimismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, pueden ser los causantes de la enfermedad. De hecho, se ha observado que las píldoras anticonceptivos pueden acelerar su aparición en mujeres genéticamente predispuestas


Síntomas de Lupus

Al tratarse de una enfermedad multisistémica afecta a varios órganos. Presenta por un lado síntomas generales: El cansancio fácil, la pérdida de peso inexplicable, la fiebre prolongada que no se debe a ningún proceso infeccioso y alteraciones de la temperatura. Además, los síntomas articulares y musculares: Se encuentran dentro de las manifestaciones clínicas más frecuentes. El 90 por ciento de los pacientes con lupus padecen dolor e inflamación en las articulaciones (
artritis) en manos, muñecas, codos, rodillas y pies con más frecuencia. También es posible que aparezca rigidez articular por las mañanas. También es frecuente la afección en la piel. La lesión más conocida, aunque no la más frecuente, es la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejilla y la nariz.

También es frecuente la caída del cabello cuando la enfermedad está activa. Por otro lado, los enfermos de lupus padecen hipersensibilidad a los rayos ultravioletas. Si se exponen sin protección la enfermedad puede reactivarse.

· Cuando afecta al corazón y los pulmones: Las capas de revestimiento del corazón (pericardio) y de los pulmones (pleura) se inflaman debido a la enfermedad. Esto origina
pericarditis y pleuritis. Ambas tienen síntomas parecidos: dolor torácico y fiebre. En otras ocasiones, el lupus afecta a los pulmones o a las válvulas del corazón ocasionando insuficiencia cardiorrespiratoria.

· Cuando afecta al riñón: El lupus siempre afecta a los dos riñones a la vez. La lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), que a veces impide que el riñón elimine adecuadamente los residuos del organismo y estos se acumulan en la sangre. Debido a esta inflamación, muchas veces el riñón se ve incapaz de asimilar y retener proteinas. Con lo que se eliminan por la orina y se produce una hinchazón de cara y piernas.

· Cuando afecta al cerebro: El lupus puede afectar al sistema nervioso. Aunque en general tiene poca importancia, es un problema que tiene que vigilarse. Se manifiesta con dolores de cabeza,
depresiones o situaciones de hiperactividad. Son manifestaciones muy frecuentes en la población general y puede deberse a una leve inflamación cerebral por lupus o por otras muchas circunstancias. Asimismo, es posible que la depresión no se desencadene por la enfermedad, sino porque el paciente se deprime al saber que se enfrenta con esta patología, de origen desconocido y que puede afectar a tantos órganos del cuerpo


Tipos de Lupus


-Lupus eritematoso discoide: enfermedad crónica y recidivante caracterizada por manchas redondas rojas de bordes bien definidos sobre la piel.

-Lupus eritematoso sistémico: enfermedad autoinmune con episodios de inflamación en las articulaciones, los tendones y otros tejidos conectivos y órganos

Diagnósticos


El diagnóstico se basa principalmente en los síntomas. El análisis de sangre puede detectar anticuerpos antinucleares, presentes en la gran mayoría de las personas que padecen lupus. Sin embargo, estos anticuerpos se manifiestan también en otras enfermedades, por lo que si se detectan anticuerpos antinucleares, deben realizarse también pruebas en busca de los anticuerpos anti-ADN de cadena doble. Un valor alto de estos anticuerpos es específico del lupus, aunque no todas las personas que padecen esta enfermedad tienen tales anticuerpos.

El daño al riñón causado por el lupus puede detectarse mediante los análisis de sangre y de orina, aunque en ocasiones la biopsia renal está indicada para determinar mejor el tratamiento.


Tratamientos


El tratamiento de la enfermedad es muy distinto según el órgano al que afecte. Los corticoides se consideran el tratamiento básico puesto que todos los afectados en un momento u otro los toman. Si los órganos dañados son el pulmón, el corazón, el sistema nervioso central o el riñón el tratamiento debe de ser mucho más agresivo y se basa en corticoides en dosis muy altas y tratamientos inmunosupresores. Si la enfermedad presenta síntomas como fiebre, cansancio o afecciones cutáneas, el tratamiento será menos agresivo y con corticoides o antipalúdicos. La alimentación debe de ser completa, sana y equilibrada. No hay ningún alimento perjudicial para el paciente. Por otro lado, cuando la enfermedad afecta al riñón y sobre todo, cuando hay hipertensión arterial los pacientes tienen que saber que no es recomendable que consuman alimentos salados o condimentados

domingo, 31 de octubre de 2010

Muerte subita





La muerte súbita es la pérdida abrupta de la función cardiaca, conduciendo en la mayoría de los casos al deceso del paciente. Se desencadena principalmente por arritmias, como bradicardia, taquicardia ventricular y, con más frecuencia, por fibrilación ventricular. Se calcula que el 12,5 por ciento de las defunciones que se producen de forma natural son muertes súbitas y, de éstas, el 88 por ciento son de origen cardiaco.

Del total de casos de muerte súbita de origen cardiaco, el 80 por ciento ocurre en pacientes con cardiopatías isquémicas, entre ella, las enfermedades de las arterias coronarias y de las arterias periféricas. Tanto la oclusión de la arteria, como la reperfusión pueden originar arritmias, como la fibrilación ventricular, que conducen a la muerte súbita. Estos casos suelen ocurrir en personas mayores expuestas a factores de riesgo cardiovascular tales como hipercolesterolemia, hipertensión arterial, obesidad, diabetes y tabaquismo.

El 15 por ciento de las muertes súbitas cardiacas ocurren en pacientes que presentan una cardiopatía estructural, tales como en la miocardiopatía hipertrófica, la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho y la miocardiopatía dilatada, entre otras, siendo las dos primeras las principales causas de muerte súbita en jóvenes y deportistas.

Finalmente, en menos del cinco por ciento de las ocasiones, las causas de la muerte súbita cardiaca se dan en pacientes con cardiopatías arritmogénicas, donde el corazón es estructuralmente normal pero presenta fallos eléctricos. Las enfermedades cardiacas asociadas a estos episodios de muerte súbita son, principalmente, el síndrome de Brugada y el síndrome de QT largo, pero no debemos olvidar el síndrome de QT corto y la taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica.





Causas


Mientras que los ataques cardíacos (que suelen confundirse con muertes súbitas cardíacas) están causados por un problema de circulación del corazón, las muertes súbitas cardíacas se producen por algún problema eléctrico.

Así, su causa más importante suele ser tener una enfermedad cardiovascular previa, es decir, toda alteración de la función cardíaca causada por una dilatación del corazón, por una válvula dañada o por anomalías congénitas en el músculo del corazón, podrían motivar el episodio. No obstante, también se han dado casos de personas que no habían padecido ninguna patología de este tipo.

Entre las principales enfermedades cardiacas que pueden desencadenar la muerte súbita y que poseen un componente genético preponderante se encuentran:

Miocardiopatía Hipertrófica


Es una enfermedad hereditaria que se caracteriza por el engrosamiento del músculo cardiaco, más precisamente, del ventrículo izquierdo. Es la principal causa de muerte súbita en los adultos jóvenes (menores de 50 años), quienes desconocen su enfermedad.

Se han identificado 10 genes, de los cuales 9 codifican proteínas sarcoméricas. Entre ellos se encuentran los MYL2, MYL3, ACTC, TPM1, TNNT2, TNNI3, TTN (PRKAG2), MYH7 y MYBPC3. Si bien se han descrito muchas mutaciones asociadas a esta miocardiopatía, las más recurrentes hasta el momento se encuentran en los genes MYBPC3 y MYH7.

La herencia de esta miocardiopatía es autosómica dominante, es decir que los descendientes del paciente afectado tienen un 50 por ciento de posibilidades de poseer la mutación y desarrollar la enfermedad. Su prevalencia es de 1 de cada 500 individuos.

Miocardiopatía Dilatada

Es una enfermedad del corazón que se caracteriza por la dilatación anormal del ventrículo izquierdo y disfunción sistólica, incapacitando al músculo cardiaco para bombear sangre eficazmente. Esta cardiomiopatía suele ser causa de transplantes cardiacos tanto en niños como en adultos y es una de las causas de muerte súbita. Si bien la prevalencia real aún no se conoce con exactitud, se estima en 1 de cada 3.000 individuos.

De los estudios realizados en pacientes con miocardiopatía dilatada, se han identificado más de 20 mutaciones en 15 genes. La mayoría de ellas son de herencia autosómica dominante, es decir que los descendientes del paciente afectado tienen un 50 por ciento de posibilidades de poseer la mutación y desarrollar la enfermedad.

Entre los genes identificados se encuentran ACTC, TPM1, MYH7, TNNT2, TNNI3, MYBPC-3, TTN, TCAP, DES, DMD, VCL, SGSD, ACTN2 y, LMNA/C. Muchos de ellos codifican para proteínas sarcoméricas.

Displasia Arritmogénica del Ventrículo Derecho


Es una enfermedad del corazón de herencia autosómica dominante, se caracteriza por la pérdida progresiva de miocitos, los cuales son reemplazados por tejido fibroadiposo. Si bien afecta al ventrículo derecho, también puede comprometer al ventrículo izquierdo.

Esta enfermedad se presenta con más frecuencia en los jóvenes, siendo en el 80 por ciento de los casos, personas menores de 40 años. Su diagnóstico clínico es difícil de realizar, tal es así que en muchas ocasiones la primera manifestación de la enfermedad es la muerte súbita, principalmente en personas menores de 30 años. Si bien su prevalencia aún no ha sido bien definida, se calcula de 0.1-1 de cada 1.000 individuos.

Se han identificado mutaciones en 6 genes, de los cuales 4 codifican proteínas del desmosoma. Ente ellos se encuentran la Desmocolina 2, Desmogleina 2, Plakofilina 2, Desmoplakina, receptor cardiaco de la Rianodina (RYR2) y TGFB3.

Cabe destacar que el 25 por ciento de los individuos con esta enfermedad presentan una mutación que afecta a la proteína Plakofilina 2.

Síndrome de Brugada

Es una enfermedad del corazón caracterizada por episodios de taquicardia ventricular polimórfica rápida. Estas pueden causar episodios de síncope (desmayo) o muerte súbita. Su herencia es autosómica dominante y presenta mayor incidencia en hombres (8:1).

El síndrome de Brugada es causa de muerte, principalmente de adultos jóvenes (menores de 50 años) que no presentan síntomas de enfermedad cardiaca previa. Se estima que entre un 4 por ciento y un 12 por ciento de las muertes súbitas se dan como consecuencia de este síndrome. Hasta ahora, sólo se ha identificado un gen relacionado con el síndrome, el SCN5.

Su prevalencia es difícil de determinar dado que no todas las presentaciones de la enfermedad son fáciles de identificar, pero se calcula en 5 de cada 10.000 individuos.

Síndrome de QT largo (SQTL)

Se conocen cuatro formas hereditarias de este síndrome, el síndrome de Romano-Ward (RWS), el síndrome de Andersen-Tawil, el síndrome de Thymothy y el síndrome de Jervell-Lange-Nielsen. El primero de ellos es el más común, presentándose con una prevalencia de 1 de cada 5.000 individuos y representando el 85 por ciento de todos los caso de SQTL. Los tres primeros son de herencia autosómica dominante, en tanto que el último es de herencia autosómica recesiva.

En todos los casos, la enfermedad se caracteriza por arritmias cardiacas, las cuales pueden evidenciarse en un electrocardiograma como un aumento del intervalo QT. Estas arritmias son consecuencia de anomalías estructurales en los canales de potasio y sodio del corazón. Los síntomas pueden aparecer en situaciones de estrés o bien por la toma de ciertos medicamentos. No obstante, en muchos casos los pacientes pueden permanecer asintomáticos durante toda su vida.

Se conocen al menos nueve genes que han sido asociados al desarrollo de esta enfermedad. Estos genes codifican proteínas que regulan el transporte de sodio, potasio o calcio a través de las membranas plasmáticas de las células cardiacas. Los genes KCNQ1, KCNH2, SCN5A, KCNE1, KCNE2 están asociados al Síndrome de Romano-Ward; el gen KCNJ2, al síndrome Andersen-Tawil; el gen CACNA1C, al síndrome de Timothy, y los genes KCNQ1 y KCNE1, al síndrome de Jervell-Lange-Nielsen.

Aproximadamente, entre el 60 y el 70 por ciento de los individuos con este síndrome poseen mutaciones en alguno de estos genes. No obstante, se ha identificado un nuevo gen, el ANK2, que codifica para la ankyrina B, la primera proteína que no está implicada con los canales iónicos.

Taquicardia Ventricular Polimórfica Catecolaminérgica


Es una enfermedad del corazón de carácter hereditario que se presenta en corazones estructuralmente normales. Se caracteriza por desencadenarse ante episodios de liberación de catecolaminas (hormonas producidas por las glándulas suprarenales, entre ellas la moradrenalina y adrenalina) en situaciones de estrés físico o estrés emocional.

Usualmente, los síntomas aparecen entre los 5 y 10 años; sin embargo los casos de muerte súbita en este rango de edad son raros. Un 30 por ciento de los casos presentan historia familiar de síncope (desmayos) y muerte súbita. Su prevalencia, actualmente es desconocida, se estima en 1 de cada 2.000 individuos.

En la mayoría de los casos el patrón de herencia es autosómico dominante y se debe a una mutación en el gen que codifica para el receptor de la rianodina (RYR2). También existe un patrón de herencia autosómico recesivo, debido a mutaciones en el gen CASQ2, el cual codifica para la proteína calciquestrina.

Otros factores que podrían influir en su formación son la edad, el sexo (los hombres de avanzada edad tienen más posibilidades de sufrirla), el consumo de tabaco, obesidad, diabetes, subidas de tensión o unos niveles de colesterol LDL altos.



Sintomas

La muerte súbita cardíaca no tiene unos síntomas previos como tal, pero sí se pueden enumerar una serie de posibles factores que pueden influir en su aparición:

1. Que el sujeto haya experimentado un episodio de estas características anteriormente o que tenga familiares con antecedentes.

2. Insuficiencia cardiaca; es decir, que el corazón tenga dificultades para realizar sus funciones (o que le haya ocurrido esto previamente).

3. Haber sufrido un ataque cardíaco (infarto de miocardio)

4. Arritmias cardíacas (así como haberlas padecido en otra ocasión)

5. Que el porcentaje de sangre bombeada por el corazón en cada latido, denominada 'fracción de eyección', sea igual o inferior a un 40 por ciento



Tratamientos


Sólo hay un tratamiento efectivo para frenar la muerte súbita cardíaca y es la desfibrilación precoz. Este procedimiento consiste en realizar una descarga eléctrica en el corazón, a través de unas palas o parches, con la que se pretende reiniciar la actividad eléctrica del corazón.

En el caso de no disponer de un desfibrilador a mano, o de no saber utilizarlo, se puede realizar una reanimación cardiopulmonar; consistente en el masaje cardíaco, combinando éste con la respiración boca a boca.

También existe la posibilidad de implantar un desfibrilador cuando se detecta, por ejemplo, un síndrome de Brugada.

jueves, 28 de octubre de 2010

Lumbalgia






¿Qué es?
No puede decirse que la lumbalgia sea una enfermedad, sino más bien se trata de un problema o un síntoma ya que significa dolor lumbar (dolor en la parte baja de la columna) y puede deberse a múltiples factores como un esfuerzo excesivo o una mala postura. Esta patología se ha conocido familiarmente como “dolor de riñones”. Es una enfermedad que afecta principalmente a la zona lumbar y la causan alteraciones de las diferentes estructuras que forman la columna vertebral como ligamentos, músculos, discos vertebrales y vértebras, según la Sociedad Española de Reumatología. La columna lumbar es el segmento final de la columna vertebral y la zona que soporta más peso. Por ello, las lesiones son más frecuentes


Causas
Las causas de la lumbalgia son múltiples. Puede deberse a malas posturas, factores relacionados con la actividad física del individuo o factores psicológicos. De todos modos, pueden establecerse dos causas fundamentales que pueden ocasionar el lumbago: las causas de origen mecánico y las de origen inflamatorio.

· de origen mecánico: Son las más frecuentes. Se debe a una alteración de las estructuras que forman la columna lumbar. Así, la degeneración del disco vertebral que evita el contacto directo entre las vértebras de la columna, la aparición de artrosis en las vértebras lumbares, la existencia de osteoporosis o una alteración de las curvaturas normales de la columna son las causas más frecuentes del dolor lumbar. Las malas posturas también pueden provocar lumbalgia. Además, la práctica deportiva sin un entrenamiento adecuado puede producir lumbago. La práctica clínica también ha observado que determinados factores psicológicos pueden provocar dolores de la columna en general.

· de origen inflamatorio: Tienen su origen en determinadas enfermedades que producen una inflamación de las vértebras, de los tendones o de las articulaciones próximas. Asimismo, otras patologías no inflamatorios pero que podrían causar lumbago son las infecciones o los tumores malignos. Estos últimos son muy poco frecuentes.



Diagnósticos

Al igual que otras enfermedades reumáticas, el diagnóstico del lumbago no ofrece dificultad debido a que los síntomas de la enfermedad son muy claros. Para determinar la causa que ha producido esta dolencia es preciso realizar un interrogatorio amplio sobre los hábitos de vida del paciente así como su situación anímica



Tratamientos
El tratamiento de la lumbalgia consiste en la administración de analgésicos, relajantes musculares y aplicación de calor en la zona dolorida. Asimismo, el paciente debe guardar reposo en una cama dura. En el caso de la lumbalgia laboral, algunos expertos insisten en que el reposo no solo es inútil, sino que puede llegar a ser contraproducente

domingo, 24 de octubre de 2010

Linfoma








Un linfoma es una proliferación maligna de linfocitos (células defensivas del sistema inmunitario), generalmente dentro de los nódulos o ganglios linfáticos, pero que a veces afecta también a otros tejidos como el hígado y el bazo. Dicho de otra forma, es un cáncer que se inicia en el tejido linfático. Durante el desarrollo de esta enfermedad se produce una merma en el funcionamiento del sistema inmunitario (las células encargadas de la defensa del organismo) que puede ser más severa cuanto más se haya diseminado la enfermedad. Además, si la médula ósea se ha visto afectada pueden producirse anemia u otros cambios en las células de la sangre





Por regla general los linfomas se presentan como ganglios linfáticos aumentados de tamaño, que cuando aparecen en zonas accesibles como el cuello, las axilas o la ingle se pueden palpar evidenciando su tamaño aumentado. En otras ocasiones los ganglios afectados están muy internos (abdomen, mediastino...) y pueden pasar desapercibidos por lo que el diagnóstico es más difícil y sólo se consigue cuando aparecen otros síntomas (fiebre, pérdida importante de peso...) que obligan a realizar estudios más exhaustivos





Tipos de Linfoma


Existen dos tipos principales de linfoma. El linfoma de Hodgkin o enfermedad de Hodgkin. Todos los demás tipos de linfoma se denominan linfomas no Hodgkin. Una vez determinado el tipo de linfoma, éste se clasifica según su pronóstico (probabilidad de recuperación) por grados: bajo, intermedio y alto. Sin embargo, un sistema más nuevo, denominado sistema REAL, divide los tipos de linfoma de acuerdo con su comportamiento clínico en tres categorías: indolente, agresivo y altamente agresivo:


· Los linfomas indolentes tienden a crecer de forma lenta. Aun sin ningún tratamiento, los pacientes con este tipo de linfoma con frecuencia viven muchos años sin presentar problemas a causa de la enfermedad. Para algunos de estos pacientes, no se recomienda ningún tratamiento hasta que se desarrollen síntomas


· Los linfomas agresivos y altamente agresivos crecen más rápidamente. Sin tratamiento, la esperanza de vida de estos pacientes es de semanas o meses. Afortunadamente, la mayoría de los linfomas agresivos y altamente agresivos responden bien a la quimioterapia y muchos de ellos se curan.





Tratamientos


Actualmente la base del tratamiento de los linfomas son la quimioterapia y la radioterapia aunque están apareciendo otras modalidades terapéuticas prometedoras. Es muy importante realizar un diagnóstico preciso y un buen estudio de extensión de la enfermedad, que nos permitan tener todos los datos necesarios para decidir el tratamiento más adecuado

viernes, 22 de octubre de 2010

Astenia





¿Astenia o fatiga?
La astenia es un estado patológico duradero, que sobreviene y persiste en ausencia de esfuerzo inhabitual y que mejora muy poco o nada con el descanso, a diferencia de la fatiga. Parece indicar la saturación de la capacidad de reestructuración del organismo y una administración ineficaz de los recursos por el sistema activador reticular, una vía neuronal implicada en el control de la vigilia, la atención y la motivación.

Astenia: un síntoma común en personas jóvenes y activas

La astenia representa uno de los flagelos del final de este milenio; el 65% de la población en general refiere haber sufrido astenia física o mental en los dos años precedentes. Estos pacientes consultan primero a su farmacéutico o médico general, por lo cual la astenia es una de las quejas más frecuentes que escuchan los médicos generales; justifica el 10% a 20% de todas las consultas. En la clasificación clínica de la astenia, más del 55% de los casos se consideran como astenia funcional, que afecta en su mayor parte a personas jóvenes y activas.

Diversas formas de astenia

La astenia en personas jóvenes y activas puede definirse según tres niveles. En orden sucesivo, las preguntas son: ¿se trata realmente de astenia?, ¿es funcional u orgánica?, ¿cuáles son las manifestaciones clínicas?

Síndrome de astenia auténtico

Se trata de un cuadro que no mejora con el descanso, a diferencia de la fatiga, y que presenta manifestaciones clínicas variadas y de múltiples formas de presentación:

. Alteración del estado general (81,5%).

. Trastornos del sueño (74,6%).

. Fatiga intelectual: pérdida de memoria, atención y concentración (67,1%).

. Trastornos del apetito (65,3%).

. Trastornos sexuales (21,7%)

. Fatiga muscular y disminución de la resistencia física (77%).

. Estrés (57,8%).

Clasificación clínica de la astenia
. La astenia funcional (55,3%) es reactiva en el 63,3% de los casos y se debe sobre todo a exceso de trabajo, estrés o factores psicológicos, esencialmente neuróticos. Es psiquiátrica en el 36.7% de los casos (depresión).

. La astenia orgánica representa el 44,7% de los pacientes asténicos.

Expresión clínica de la astenia funcional

La astenia funcional es más frecuente por la mañana, varía con el tiempo y mejora sólo en parte con el descanso. No se relaciona cronológicamente con el esfuerzo y los pacientes carecen de signos objetivos de una causa orgánica. La astenia funcional se acompaña de síntomas subjetivos en ausencia de enfermedades psiquiátricas:

. Fatiga muscular (rigidez, calambres, sensación de agotamiento o incluso de desfallecimiento, cansancio con esfuerzos mínimos)

. Fatiga intelectual (atención lábil, dificultad para concentrarse, pérdida de memoria, lentitud mental)

. Alteración de la percepción del mundo externo (intolerancia a los ruidos, la luz, zumbidos de oídos, vértigo, visión borrosa)

. Disminución de la vitalidad sin manifestaciones de depresión (pérdida de iniciativa, inhibición, pérdida de interés, desaliento)

. Trastornos de la personalidad (hipersensibilidad al ambiente, irritabilidad, pérdida del control emocional)

. Dolor variado y errático -cambiante- (dolor torácico, cefalea, dolor abdominal)

. El sueño sólo está ligeramente alterado o, por el contrario, hay una necesidad apremiante

. Rara vez hay pérdida de apetito

. A veces hay pérdida de la libido

. Debe destacarse que no suele haber ansiedad y, si aparece, es en un grado mínimo.

El tratamiento preventivo de la astenia es esencial para impedir la automedicación

Se recomienda una estrategia normalizada, constituida por historia clínica, exploración, investigación y tratamiento.

Astenia: evaluación inicial

· Examen físico

· Radiografía de tórax

· Análisis de sangre

Diagnóstico causal positivo de la astenia, basado esencialmente en la exploración clínica

Primero, es fundamental excluir cualquier causa orgánica y confirmar la naturaleza funcional del proceso. A continuación, se debe investigar la causa de la astenia funcional:

· Exceso de trabajo

- Mayor gasto físico

- Intensa actividad intelectual

- No prestar atención a la sensación de fatiga ("síndrome del ejecutivo joven")

- Falta de descanso con menos horas de sueño

- Hábitos perjudiciales (alcohol, tabaco, estimulantes, etc)

Todas estas características pueden combinarse, dependiendo de las circunstancias (modo de vida urbano, trabajo estacional, vuelos transoceánicos -jet lag-, preparación de exámenes, deportes competitivos, etc).

· Estrés con tensión psicológica particularmente intensa y persistente

· Causa psiquiátrica como trastornos de ansiedad o de la personalidad, depresión.

Tratamiento
El tratamiento comprende diversas combinaciones de:

· Disminución del trabajo y descanso

· Eliminación de la estimulación traumática

· Reorganización de las tareas

· Desdramatización

· Supresión de los hábitos perjudiciales

· Intervención psiquiátrica, dependiendo de la etiología (causas):
· Tratamiento psiquiátrico y seguimiento
- Psicoterapias (de distintas orientaciones)
- Ansiolíticos
· Antidepresivos

· Antiasténico polivalente del tipo de la sulbutiamina