viernes, 4 de febrero de 2011

Gripe




La gripe es una enfermedad contagiosa muy común que suele aparecer en forma epidémica, es decir, que afecta a muchas personas de una determinada comunidad durante un corto tiempo, por lo general, en invierno o a principios de la primavera.

Esta enfermedad está provocada por un virus, llamado en general Influenzavirus, que penetra en la parte superior del tracto respiratorio, a través de la nariz o de la boca, y puede extenderse a los pulmones.

Los síntomas aparecen después de un período de incubación de uno o dos días; el período de incubación es el tiempo que transcurre desde que los virus penetran en el organismo hasta que aparecen los síntomas de la infección



CAUSAS
El virus que causa la gripe tiene la capacidad de cambiar sus características antigénicas cada cierto tiempo, de modo que engañan a los mecanismos de defensa del cuerpo humano. Esta capacidad conlleva la coexistencia de varias cepas del virus de la gripe que, además, desarrollan otras nuevas, que transportan las personas infectadas cuando se desplazan de una zona a otra. Por ello, los nuevos virus que van apareciendo se identifican por su lugar de origen, y las enfermedades que causan reciben nombres como gripe de Hong Kong, gripe china o gripe rusa.



Cada 30 o 40 años se produce en estos virus un cambio de mayor entidad, conocido como mutación, y aparece un virus con profundos cambios respecto a las cepas iniciales, que pueden causar una epidemia mundial, en cuyo caso recibe el nombre de pandemia.

En alguna rara ocasión el virus mutante adquiere características parecidas a las cepas previas, y en consecuencia las personas infectadas por el ataque del primer virus ya están inmunizadas ante el ataque del segundo.

La gripe se transmite de persona a persona mediante la tos y los estornudos, ya que éstos producen gotitas microscópicas de saliva y mucosidades que contiene el virus, y se transportan a través del aire.

No se conoce con exactitud la participación que tienen los animales en la diseminación de esta enfermedad, aunque se puede afirmar que los animales domésticos no son portadores de la gripe.

No obstante, hay evidencias de que los animales criados en granja, como los caballos, las gallinas y los cerdos, padecen enfermedades que son similares, y hay quienes los consideran como potenciales agentes contagiosos.





SINTOMAS


Los síntomas de la gripe aparecen de forma brusca, con escalofríos y fiebre que en algunas ocasiones alcanza hasta los 39ºC, estornudos, dolor de cabeza, malestar general, dolores musculares y articulares, e irritación de garganta. Todos estos síntomas van seguidos, en general, por una tos seca y dolor en el pecho; más adelante la tos se suaviza y la nariz empieza a secretar mucosidades. También puede manifestarse dolor en los ojos y molestias intestinales, con vómitos y diarrea.

Los síntomas y la fiebre persisten alrededor de una semana, tras la cual la enfermedad tiende a la curación espontánea; el enfermo se siente débil, cansado y sin energías. La tos puede persistir hasta doblar este tiempo.

Si una persona tiene algún grado de inmunidad frente a la gripe puede sufrir la enfermedad atenuada, con síntomas leves y fiebre más bien escasa.



COMPLICACIONES
El principal peligro que reviste la gripe consiste en que la infección se extiende hacia los pulmones, lo que puede originar una bronquitis aguda o incluso neumonía. Sin embargo, estas complicaciones son poco frecuentes.

La mayoría de las veces ocurre que el organismo, debilitado por los virus, tiene menos defensas contra otros gérmenes, que son los que pueden infectar los pulmones. Estas complicaciones suelen presentarse en niños muy pequeños, ancianos, fumadores emperdernidos, diabéticos o personas con problemas crónicos en las vías respiratorias, como la bronquitis crónica o el enfisema.

Si al cabo de unos días el enfermo, además del estado gripal, presenta una tos fuerte, produce esputos de color verde o amarillo, tiene dolores torácicos o disnea, es decir, dificultades para respirar, es aconsejable que consulte a un médico.

Aquellas personas que sufren otras enfermedades, como patologías torácicas o trastornos cardíacos o renales, también deben recurrir al médico en caso de contraer la gripe, ya que puede ser necesario un tratamiento con antibióticos para prevenir las complicaciones



TRATAMIENTO

No suele ser necesario visitar al médico cuando se contrae la gripe, ya que no existe un tratamiento eficaz contra ella, puesto que los antibióticos son impotentes contra los virus. Sin embargo, en los casos de algunas personas que tengan el riesgo de sufrir complicaciones es recomendable una consulta.

Algunas enfermedades poco frecuentes, como la brucelosis o la psitacosis, pueden iniciarse con síntomas similares a los de la gripe, por lo que es necesario un análisis de sangre para determinar la causa exacta de los síntomas.

Aunque la dolencia debe seguir su curso, se puede observar ciertos cuidados para aliviar los síntomas. Así, es recomendable que el enfermo de gripe guarde cama hasta que su temperatura vuelva a ser normal; conviene beber mucho líquido, y es más importante beber que comer, por cuanto se han de restituir los líquidos y las sales que el organismo transpira a causa de la fiebre.

Para aliviar los dolores y disminuir la fiebre se puede administrar paracetamol o aspirina cuatro veces al día.

Una vez desaparecidos los síntomas, el enfermo se sentirá debilitado y deprimido alrededor de una semana, por lo que es conveniente que guarde reposo tanto tiempo como sea posible, incrementado de forma paulatina el ejercicio diario hasta la plena recuperación.

Si la fiebre persiste más de cuatro días, o si el paciente presenta dificultades respiratorias cuando está en reposo, es conveniente consultar a un médico.

Si se presenta una complicación, como una neumonía bacteriana, es posible que el médico recete antibióticos, y puede ser necesario el ingreso del paciente en el hospital.



PREVENCION


Los facultativos recomiendan a las personas que tienen mayor riesgo de complicaciones, como los diabéticos y los ancianos, la administración de una vacuna antigripal inyectable. Sin embargo, a causa de los numerosos virus existentes, es muy difícil predecir cuál de las cepas se desarrollará en cada epidemia. Por este motivo, la inoculación de la vacuna no puede garantizar la protección contra la enfermedad.

La vacuna para la gripe se administra en una única dosis en otoño, y suele ser eficaz sólo durante un invierno