sábado, 25 de diciembre de 2010

Anemia



Es la disminución de los niveles de hemoglobina en sangre (proteína que se encuentra en glóbulos rojos y transporta oxígeno desde pulmones a todo el cuerpo a través de venas y arterias).

Es originada por una alimentación deficiente en hierro, ácido fólico y vitamina B12; y hemorragias o alteraciones en el funcionamiento de órganos, como el bazo (alojado atrás del estómago) o médula ósea (tejido de aspecto viscoso amarillento que se encuentra en el interior de los huesos), ambos encargados de producir y regenerar células sanguíneas.

Provoca cansancio, palidez en piel, dolor de cabeza, sensación de que falta el aire, pérdida de apetito y, en algunos casos, diarrea. Este padecimiento es más frecuente en niños y pone en riesgo su crecimiento y desarrollo cerebral.



Causas
Alimentación deficiente en hierro, vitamina B12 y ácido fólico, elementos necesarios para la formación de hemoglobina, glóbulos rojos y blancos, así como plaquetas.
Excesiva destrucción de glóbulos rojos debido a enfermedades como leucemia (cáncer de sangre) o envejecimiento de la médula ósea.
Mal funcionamiento del bazo.
Una falla en la actividad de la médula ósea puede destruir o disminuir la producción de célulassanguíneas. Se considera que lo anterior puede ser a causa de enfermedades autoinmunes (cuando el cuerpo reacciona contra sus propias células), quimioterapia, radioterapia, consumo de drogas o factores genéticos.
Hemorragias, por ejemplo, sangrados constantes de nariz; también las casionadas por hemorroides; úlceras; tumores en riñón, vejiga o aparato digestivo; menstruaciones abundantes y cirugías, entre otras.
Anorexia y bulimia (padecimiento en el que la persona vomita los alimentos).
Nerviosismo, ansiedad y estrés, pues son estados emocionales que provocan que el organismo consuma muchas reservas de vitaminas y minerales.
Embarazo, ya que el feto en desarrollo absorbe de su madre grandes cantidades de hierro, lo cual puede producirle eficiencia.

Síntomas
Fatiga.
Incapacidad para hacer esfuerzos.
Dolor de cabeza.
En ocasiones falta el aire.
Si la anemia es muy grave, puede presentarse un paro cardiaco.
Falta de memoria y dificultad para concentrarse.
Irritabilidad.
Pérdida de apetito.
En algunos casos diarrea o estreñimiento.
Palidez.
Sensación de frío.
Latidos del corazón irregulares.
Hemorragias nasales y de encías.
La falta de hierro tiene sus propios síntomas: la pica o antojo de comer elementos no alimenticios, como hielo, tierra, almidón o barro; inflamación de lengua, heridas en comisuras de la boca y deformaciones de uñas.
La deficiencia de vitamina B12 afecta al sistema nervioso y causa hormigueo en manos, pies y piernas, así como movimientos repentinos en músculos (tics).

Diagnóstico


La deficiencia de hierro, ácido fólico y vitamina B12, causante de anemia, puede normalizarse proporcionando esos elementos al paciente en forma de cápsulas y tabletas que se venden sin receta médica, aunque en algunos casos se requiere hacerlo a través de inyecciones.
Debe seguirse una dieta equilibrada que contenga alimentos de los diferentes grupos (proteínas, vitaminas, carbohidratos y lípidos).
Los niños también pueden recibir el aporte de los elementos antes citados, al consumir leches en polvo fortificadas.
Si se presenta diarrea, que normalmente no es infecciosa, puede controlarse con medicamentos de venta libre.
Si hay estreñimiento puede recurrirse a un laxante de venta sin receta.
Hay ocasiones en que aparece dolor de cabeza, el cual puede aliviarse con un analgésico de libre acceso.
La falta de memoria y concentración pueden mejorar al tomar medicamentos de venta libre indicados para incrementar la capacidad de atención, concentración y retención.
Para disminuir la fatiga puede recurrirse a productos que contengan ginseng.
Cuando hay heridas en comisuras de labios, se recomienda aplicar antisépticos para evitar una infección, también puede recurrirse a algunos geles que ayudan a cicatrizarlas.
Si la causa de la anemia es una hemorragia, es indispensable que un hematólogo detecte el origen y recomiende el tratamiento adecuado.
Cuando es ocasionada por trastornos en órganos como el bazo o médula ósea requiere terapia especial, que sólo un médico puede prescribir.Consumir alimentos ricos en hierro (mariscos, carnes, tuétano, cacahuates, vegetales de hojas verdes, harina de trigo integral, pan, leguminosas), vitamina B12 (leche, huevos, carne, pollo, pescado y algunas algas marinas) y ácido fólico (espinacas, fresas, hongos, lentejas). Este aporte puede apoyarse con complementos alimenticios y vitamínicos.
El consumo de vitamina C permite que el hierro que ingresa al organismo se absorba mejor. De forma natural se encuentra en naranja, limón, guayaba, lima, mandarina, melón y fresas. La ingesta de esta vitamina puede enriquecerse con complementos alimenticios.
Evitar la mala alimentación por falta de tiempo o por tratar de bajar de peso.
Evitar situaciones de estrés. En caso de que existan pueden ser controladas con tranquilizantes naturales e infusiones de hierbas.
Los bebés reciben aporte de hierro a través de la leche materna, el cual, de los cuatro meses en adelante debe ser complementado con otros alimentos, como el jugo de carne, leguminosas y hortalizas.

Tratamiento

Si una persona presenta los síntomas antes descritos, el médico realiza una historia clínica en donde se determina si hay enfermedades que ocasionen sangrados, como hemorroides, úlceras o tumores en el aparato digestivo.
En mujeres con menstruaciones abundantes puede sospecharse carencia de hierro y, muy probablemente, anemia.
A través de análisis de sangre se determinan las deficiencias en los niveles de hemoglobina, glóbulos rojos y blancos, plaquetas, hierro, vitamina B12 y ácido fólico.
Se toman radiografías para verificar si el bazo presenta alteraciones.
Un análisis muy específico consiste en estudiar las células de la médula ósea para determinar si existe algún trastorno.

martes, 14 de diciembre de 2010

Menopausia

¿Qué es el climaterio y la menopausia?
El climaterio es el periodo de transición en la vida de una mujer que va, desde la etapa reproductiva, hasta la no reproductiva. En este tiempo, se presentan un conjunto de fenómenos que acompañan al cese de la función ovárica de la mujer. También se le denomina perimenopausia y abarca, aproximadamente, desde un año antes, hasta otro después de la menopausia. La función ovárica va cesando de una manera progresiva y paulatina, a la par que disminuye la producción de hormonas sexuales: estrógenos y progestágenos, y se pone de manifiesto por una serie de síntomas ligados a esa deficiencia hormonal. Estos síntomas son muy variables de unas mujeres a otras y afectan en mayor o menor grado su bienestar físico y psíquico.

Se denomina menopausia al cese permanente de la menstruación. Se considera que se ha producido la menopausia, cuando una mujer lleva 12 meses consecutivos sin menstruación, sin que haya una causa patológica que la haya producido. Actualmente, la edad media de presentación se establece en 48,5 años, con un intervalo normal de 4 años antes o después (es decir de los 44,5 a los 52,5 años).

En el ciclo menstrual de una mujer joven, se alternan los niveles de las hormonas sexuales, estrógenos y progestágenos, según el momento del ciclo, predominando los estrógenos tras la menstruación, hasta la ovulación, y los progestágenos en la segunda mitad del ciclo menstrual.

La menopausia natural es consecuencia del cese de la actividad del ovario, es progresivo, y produce una disminución de los niveles de hormonas sexuales en el organismo. Al comienzo, la disminución de los estrógenos da lugar a ciclos menstruales más cortos, y posteriormente, las modificaciones en los niveles hormonales hace que unos ciclos menstruales se acompañen de ovulación y otros no. Cuando los ciclos son anovulatorios, no se produce progesterona, por lo que predominan los estrógenos y pueden ocasionarse menstruaciones más largas y abundantes, lo que se conoce como hipermenorrea.

A medida que avanza el tiempo cesa la actividad de los ovarios y se instaura la menopausia.







¿Qué signos y síntomas se producen durante la menopausia?




Los síntomas relacionados directamente con la menopausia, como consecuencia del descenso de los estrógenos, son los sofocos y la sudoración (síntomas vasomotores), y la atrofia de la región genital y urinaria. Otros síntomas que se han asociado con este periodo de la vida de la mujer son la incontinencia urinaria, las infecciones urinarias repetidas, depresión, insomnio, pérdida de memoria, disminución del deseo sexual y dolores musculares, entre otros, aunque en la mayoría de ellos no existe una relación directa con la menopausia, y por tanto dependen de otros factores en cada mujer.

Existe una gran variabilidad en la frecuencia, intensidad y modo en que se presentan los síntomas en las mujeres menopáusicas.
Síntomas vasomotores. Las crisis vasomotoras, generalmente conocidas como sofocos o bochornos, son el síntoma más frecuente de la menopausia. Afectan a alrededor del 60-80% de las mujeres, sobre todo, en los 2 primeros años de la menopausia y pueden durar hasta unos 5 años después. Se caracterizan por un súbito enrojecimiento de la cara, cuello y pecho, con aumento de la temperatura y sudoración. La duración y frecuencia de los sofocos varía mucho de unas mujeres a otras.

Atrofia genitourinaria. Los síntomas que afectan al área urogenital y que se han relacionado con la menopausia son: síntomas vaginales (sequedad, prurito, dolor en el coito o sangrado postcoital) asociados a la atrofia vaginal, incontinencia urinaria e infecciones urinarias repetidas.

Aunque se ha relacionado con la menopausia, una gran variedad de síntomas psicológicos, como la depresión, los trastornos afectivos, la disminución del deseo sexual o la pérdida de memoria, en realidad se ha demostrado que se deben a otras causas.

Enfermedad cardiovascular. Las hormonas femeninas se ha demostrado que tienen un efecto protector del sistema cardiovascular, que desaparece con la menopausia, lo que aumenta el riesgo de hipertensión o infarto, entre otros.

Osteoporosis. Después de la menopausia hay una pérdida acelerada de la densidad de masa ósea, que se traduce en un aumento del riesgo de osteoporosis y, consecuentemente, del riesgo de fracturas.

Recomendaciones y tratamiento
Como hemos visto, el climaterio y la menopausia comprenden un periodo normal y fisiológico en la vida de la mujer que, por tanto, en general no requiere ningún tratamiento. Cuando los síntomas y la frecuencia e intensidad de los mismos afectan a la vida normal de una mujer, existen distintas posibilidades de tratamiento, según cada síntoma.

La utilización de las hormonas sexuales femeninas está siendo una de las posibilidades de tratamiento más utilizadas y que más discusión han generado por alguno de los riesgos y efectos secundarios que producen.

La terapia hormonal de estrógenos, con o sin gestágenos, es eficaz para el control de los síntomas vasomotores, reduciendo la frecuencia e intensidad de los sofocos. Los estrógenos, solos o asociados a gestágenos, han demostrado ser eficaces en el tratamiento de los síntomas vaginales, siendo mayor la eficacia y con menores riesgos y efectos secundarios, si se utilizan por vía vaginal en forma de cremas, supositorios, óvulos o anillos.

En el tratamiento de la incontinencia urinaria, la primera medida es la realización de ejercicios para fortalecer la musculatura pélvica, además de estudiar y, tratar si es el caso, otros problemas asociados, como es la existencia de infección urinaria. El tratamiento hormonal en la incontinencia urinaria es controvertido en este momento.

Todavía no se conoce con seguridad la relación de la menopausia con la infección urinaria repetida, aunque hay factores que se presentan en la menopausia y que pueden favorecerlas, como el adelgazamiento del epitelio urogenital y el aumento del pH vaginal.

Teniendo en cuenta la importancia de los riesgos y efectos secundarios asociados a la terapia hormonal, exige el estudio médico detallado, análisis de sangre y control ginecológico de mamas y útero, así como el seguimiento durante el tiempo de mantenimiento del tratamiento.

La identificación en algunos vegetales (legumbres, cereales, soja) de los llamados fitoestrógenos (por ejemplo la isoflavona) ha puesto de moda el consumo de estos productos con un potencial uso beneficioso en la menopausia, sin embargo, los estudios existentes no han podido demostrar científicamente la eficacia en el control de los síntomas de la menopausia.



Cuáles son los riesgos de la Terapia Hormonal?
La terapia hormonal sustitutiva, como todo tratamiento hormonal, tiene efectos secundarios, lo que ha generado gran controversia en los últimos años acerca de su uso. Los más importantes son:
El riesgo de Cáncer de mama. La mayoría de los estudios han encontrado un aumento de la incidencia de cáncer de mama en mujeres con tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia, durante más de 5 años. Las mujeres con tratamiento hormonal tienen, a los 5 años de tratamiento, 2 casos más de cáncer por cada 1000 mujeres, y 6 casos más por 1000 mujeres, si el tiempo de uso de la terapia hormonal es de 10 años. Este riesgo, prácticamente, desaparece a los 5 años de suspender el tratamiento.
Cáncer de endometrio (cáncer útero). Existe un aumento del riesgo de cáncer de endometrio en los casos de tratamientos con estrógenos, pero no se ha demostrado en los tratamientos que combinan estrógenos y progestágenos.
Litiasis Biliar (piedras en la vesícula biliar). Los estrógenos producen aumento de la concentración de colesterol en la bilis, y aumento del riesgo de litiasis biliar.
Tromboembolismo venoso.

Entre los efectos secundarios que puede producir la terapia hormonal en la menopausia está:
El sangrado, que depende del tipo de tratamiento hormonal, y que debe de controlarse según el tipo de tratamiento para ajustar las dosis y mantener su presentación cíclica.
Náuseas, cefaleas, dolores gástricos o en las mamas. Son síntomas relacionados con los estrógenos y que habitualmente mejoran al bajar su dosis.
Síndrome premenstrual (hinchazón abdominal, mastalgia...) antes del sangrado y que puede controlarse cambiando la pauta de tratamiento.
Depresión, nerviosismo. Están relacionados con la Progesterona. Se evitan con la disminución de las dosis o cambiando a Progesterona micronizada oral. Si la depresión persiste más de 12 meses, se pautará tratamiento antidepresivo o se considerará la supresión de la terapia hormonal.
Irritación cutánea en la zona de aplicación de los parches. Se puede evitar agitando el parche antes de colocarlo para que se evapore el alcohol, utilizar una crema de hidrocortisona en la zona de aplicación del parche o cambiando a tratamiento oral.
Aumento de peso. No existen evidencias que demuestren diferencias de peso entre las mujeres que utilizan la terapia hormonalcon respecto a placebo.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Verrugas





Son pequeños crecimientos en la piel usualmente indoloros causados por un virus y generalmente son inofensivas. Sin embargo, las verrugas pueden ser deformantes y causar vergüenza y ocasionalmente pican o duelen (particularmente en los pies).

Los diferentes tipos de verrugas abarcan:


Verrugas comunes: usualmente aparecen en las manos, pero pueden aparecer en cualquier otra parte.

Verrugas planas: generalmente se encuentran en la cara y la frente; con frecuencia se observan en niños, menos en adolescentes y rara vez en los adultos.


Verrugas subungueales y periungueales: aparecen por debajo o alrededor de las uñas de las manos o los pies.
Nombres alternativos
Verrugas planas juveniles; Verrugas periungueales; Verrugas subungueales; Verrugas plantares; Verrugas filiformes; Verruga vulgar
Causas, incidencia y factores de riesgo

La verruga típica es un crecimiento redondo u oval con una superficie áspera que se levanta sobre la piel y, en comparación con la piel normal circundante, las verrugas pueden tener apariencia clara, oscura o negra (muy rara). La mayoría de los adultos están familiarizados con la apariencia de una verruga típica y no tienen problema para reconocerla. Sin embargo, las verrugas inusuales con superficie lisa o las verrugas planas en los niños pueden ser más difíciles de reconocer por parte de los padres.

Las verrugas comunes tienden a no causar molestia, a menos que estén en áreas de fricción o presión repetitiva. Las verrugas plantares, por ejemplo, pueden volverse extremadamente dolorosas y la presencia de muchas de ellas en el pie puede causar dificultad para correr e incluso para caminar.

Las verrugas alrededor o bajo las uñas son mucho más difíciles de curar que las verrugas en cualquier otra parte.

Algunas verrugas desaparecen sin tratamiento, aunque algunas veces esto puede tomar hasta dos años. Ya sea que se traten o no, las verrugas que desaparecen a menudo reaparecen. Las verrugas genitales son muy contagiosas, mientras que las verrugas comunes, planas y plantares tienen mucha menos probabilidad de diseminarse de una persona a otra. Todas las verrugas se pueden diseminar de una parte del cuerpo a otra.

Con frecuencia, se busca tratamiento para las verrugas, debido a que las personas generalmente las consideran desagradables y hay un estigma social con respecto a ellas.
Síntomas

Existen signos de infección (líneas rojas, pus, secreción o fiebre) o sangrado. Las verrugas pueden sangrar un poco, pero si el sangrado es significativo o es difícil de detener con presión ligera, se debe acudir al médico.
Las verrugas no responden al cuidado personal y el paciente desea hacérselas extirpar.
Se presenta dolor asociado con la verruga.
Se presentan verrugas genitales o anales.
La persona tiene diabetes o un sistema inmunitario debilitado (por ejemplo, por VIH) y ha desarrollado verrugas.
Se presenta cualquier cambio en el color o en la apariencia de una verruga.
Prevención
Se recomienda evitar el contacto directo con la piel de alguien que tenga una verruga.
Después de limar la verruga, se recomienda lavar la lima cuidadosamente, ya que se puede diseminar el virus a otras partes del cuerpo.
Después de tocar cualquier verruga, la persona debe lavarse
muy bien las manos
Lesión cutánea o tumoración pequeña, plana o levantada y dura
Piel anormalmente clara u oscura alrededor de la lesión
Numerosas lesiones pequeñas, planas y lisas (del tamaño de la cabeza de un alfiler) en la frente, las mejillas, los brazos o las piernas
Lesiones rugosas, redondas u ovaladas en las plantas de los pies, que son planas o ligeramente levantadas y dolorosas al presionarlas
Crecimientos rugosos alrededor o por debajo de las uñas de los pies o las manos
Signos y exámenes

Las verrugas se pueden diagnosticar simplemente por su localización y apariencia. Es posible que el médico quiera tomar una biopsia de la verruga para confirmar que no se trate de un callo, una callosidad u otro crecimiento de apariencia similar.
Tratamiento

Los medicamentos de venta libre, que se aplican en las verrugas todos los días durante varias semanas, pueden ser efectivos para eliminarlas; sin embargo, dichos medicamentos NO SE DEBEN usar en la cara ni en los genitales. Ayuda el hecho de limar la verruga cuando está húmeda (por ejemplo, después de un baño o una ducha) antes de aplicar uno de estos medicamentos.

Existen cojines amortiguadores especiales en las droguerías para las verrugas plantares, los cuales ayudan a aliviar cualquier presión o dolor que provenga de éstas.

Se pueden necesitar medicamentos recetados más potentes para erradicar las verrugas persistentes. Es posible que se requiera la extirpación quirúrgica o la extirpación por congelamiento (
crioterapia), cauterización (electrocauterización) o el tratamiento con rayo láser.

De igual manera, el médico también puede considerar la inmunoterapia que se hace inyectando una sustancia para producir una reacción alérgica.

Una vacuna, llamada Gardasil, previene la infección contra las cepas de virus que a menudo causan las verrugas genitales y el cáncer cervical en las mujeres.

La persona NO DEBE tratar de remover la verruga por sí misma cortándola, quemándola, rompiéndola, arrancándola ni con cualquier otro método.
Expectativas (pronóstico)

Las verrugas generalmente son masas benignas que con frecuencia desaparecen en forma espontánea en un lapso de dos años. Pueden ser contagiosas, aunque es difícil que se presente su transmisión de persona a persona. Asimismo, pueden ser desagradables o producir incomodidad, especialmente en los pies.
Complicaciones
Diseminación de las verrugas
Recurrencia de las verrugas que desaparecen
Formación de una pequeña cicatriz si se extirpa la verruga
Formación de
queloides después de la extirpación de la verruga
Situaciones que requieren asistencia médica

Se debe acudir al médico si:
Verrugas genitales - Condiloma: usualmente se encuentran en los órganos genitales, en el área púbica y en el área entre Verrugas los muslos, pero pueden aparecer dentro de la vagina y el canal anal.
plantares: se encuentran en las plantas de los pies.